Nota informativa
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, instó hoy a los países de la región a pensar el desarrollo de una manera diferente para avanzar hacia una visión más innovadora, diversificada e inclusiva, durante un evento de alto nivel realizado en Buenos Aires, Argentina.
La máxima autoridad de la CEPAL fue una de las oradoras principales del seminario “Desafíos para el crecimiento y el desarrollo en América Latina”, organizado por CAF-banco de desarrollo de América Latina, en conjunto con el Gobierno argentino.
Bárcena participó en el panel sobre desafíos en materia de inversión y comercio en un mundo globalizado, junto con Matías Kulfas, Ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Héctor Alexander, Ministro de Economía y Finanzas de Panamá, Humberto Colman, Viceministro de Economía de Paraguay, y Cecilia Nahón, Representante de Argentina en el Banco Mundial.
En su exposición, Alicia Bárcena reiteró que la reprimarización de las economías no es el camino. “Tenemos que ir a una diversificación productiva. Necesitamos replantearnos una visión de desarrollo, ya que cada país de la región es distinto. Debemos pensar el desarrollo de una manera diferente, innovadora, diversificada e inclusiva”, insistió.
Asimismo, destacó la importancia de la integración regional, sobre todo en el contexto actual caracterizado por un bajo crecimiento y caída en la inversión, lo que ha significado que 18 de 20 economías de América Latina hayan desacelerado su ritmo de expansión en los últimos años.
“No lo estamos haciendo bien en esta área. Solo tenemos un 17% promedio de comercio intrarregional. La región que más comercia entre sí es Centroamerica, que está sobre el 30%. La integración debe ser pragmática, ir hacia modelos de integración productiva mucho más eficaces. Aquí el Mercosur tiene una gran oportunidad para bajar costos mediante la facilitación del comercio y del intercambio aduanero”, dijo.
“El telón de fondo de América Latina no es la pobreza; es la desigualdad. La redistribución de la riqueza es una tarea pendiente en América Latina. Debemos buscar la manera de crear políticas sociales de nueva generación mediante, por ejemplo, nuevos impuestos redistributivos que graven al 1% más rico de la población. Hay que desmantelar la cultura de los privilegios, rediseñar políticas sociales con enfoques de redistribución y cambiar la conversación entre el Estado, el mercado y la sociedad”, agregó Bárcena.
“En países como Chile la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre es de 26 veces; en algunos países de Centroamérica es de 70 veces. La gente está desencantada por eso, porque la cultura de los privilegios no se ha desmantelado”, declaró.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas también mencionó el tema de la evasión fiscal como una de las grandes trabas que impiden el desarrollo en la región. “América Latina y el Caribe no puede continuar con los actuales niveles de evasión, que llegan al 6,3% del PIB regional (640.000 millones de dólares). No se compara con lo que gastamos en protección social o integración. Si la región no se pone de acuerdo para controlar la evasión no podrá avanzar mucho”, advirtió.
Bárcena recordó además los debates del último Foro Económico Mundial en Davos, Suiza (en enero pasado) y reiteró que actualmente se vive una crisis del capitalismo. “Tal como se dijo en Davos, debemos pasar de un capitalismo de accionistas, a uno de grupos de interés que sea más justo e inclusivo”, señaló.
Finalmente, en materia de integración, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL remarcó la importancia del tema energético, sobre todo para Sudamérica, en donde el gran desafío es la infraestructura de transmisión eléctrica. Explicó que este problema sí lo venció Centroamérica, que tienen el mejor sistema de infraestructura de la región. “Este desafío debe ser número uno para el Mercosur”, indicó.
Asimismo, Sudamérica es la región que más reservas de litio tiene, en Argentina, Chile y Bolivia, por lo que insistió en que debería generarse una plataforma para producir baterías de litio -en vez de vender el mineral en bruto-, ya que estas baterías eléctricas serán el insumo principal para la electromovilidad que se está imponiendo como una de las tendencias principales en el transporte a nivel mundial.