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El seminario tuvo como objetivo fortalecer las capacidades de funcionarias y funcionarios del Gobierno de El Salvador, en particular del Ministerio de Economía y de PROESA, en la incorporación del enfoque de igualdad de género en las políticas comerciales. Esta actividad se realizó en el marco de la asistencia técnica de la CEPAL al Gobierno de El Salvador.
Inauguraron el seminario Mario Rodolfo Salazar, Viceministro de Economía de El Salvador, Mario Tenorio, Director de Exportaciones de PROESA y Mario Castillo, Director de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL. En sus palabras de bienvenida, Castillo hizo alusión a la relevancia de la puesta en marcha del Compromiso de Santiago para la implementación de políticas públicas que incorporen el enfoque de género en el comercio internacional. A su vez, destacó la importancia del comercio intrarregional para potenciar una mayor inversión en sectores dinamizadores que contribuyan a mejorar la participación de las mujeres en las actividades asociadas al comercio exterior en la recuperación tras la pandemia del COVID-19.
En el primer bloque del seminario, Nicole Bidegain, Oficial de Asuntos Sociales de la División de Asuntos de Género y Alicia Frohmann, Consultora de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL, realizaron una presentación sobre los “Vínculos entre el comercio internacional y la autonomía económica de las mujeres y la igualdad de género” (véase presentación).
En su exposición, Bidegain señaló que la relación entre la desigualdad de género y el comercio internacional es bidireccional: por un lado, los cambios en la intensidad del comercio, en la estructura exportadora e importadora y en los precios de los productos y servicios comercializados tienen efectos distributivos diferenciados entre hombres y mujeres, y por otro, las desigualdades de género en la economía afectan el desempeño comercial de los países. Además, destacó que en la región de América Latina y el Caribe las desigualdades de género es un rasgo estructural. La especialización productiva y comercial en productos primarios y en manufacturas basadas en recursos naturales o intensivos en mano de obra no ha sido suficiente para la generación de empleos de calidad, en particular para las mujeres, y para promover la autonomía económica de las mujeres. Solo 1 de cada 10 mujeres se ocupa en empleo asociado a las exportaciones en América del Sur, y aun cuando en Centroamérica esta proporción se duplica (2 de cada 10 mujeres), el empleo se concentra en sectores de baja tecnología y con brechas salariales persistentes.
Por su parte, Alicia Frohmann señaló que el comercio internacional puede favorecer la igualdad entre hombres y mujeres si contribuye a la generación de puestos de trabajo de mejor calificación para las mujeres en sectores donde suelen estar empleadas o en nuevas oportunidades de empleo de calidad de los que históricamente han sido excluidas. Frohmann presentó herramientas de que disponen los Gobiernos para contribuir a la autonomía económica de las mujeres en el comercio internacional, entre ellas: la promoción de empresas de propiedad de mujeres, la incorporación de la perspectiva de género en las disciplinas comerciales y la incorporación de los capítulos y disposiciones de género en los Tratados de Libre Comercio (TLC), en las cuales América Latina ha sido pionera.
Posteriormente, Alma Espino, Consultora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL, realizó una exposición sobre el rol del comercio internacional en la reactivación de la crisis por COVID-19. Señaló que en el 2020 la crisis provocada por el COVID-19 implicó un retroceso de más de 18 años en la participación laboral de las mujeres, que alcanzó un 46,9%; y que para el 2021, desde la CEPAL se estima un aumento de la participación laboral de las mujeres a 49,1 % (niveles del 2008), mientras que para los hombres se estima la recuperación del nivel de participación laboral previo a la crisis provocada por el COVID-19 (73,9%) (véase presentación).
Además, destacó que en el caso de El Salvador se evidencia una injusta distribución del trabajo de cuidados: las mujeres en hogares con presencia de niños y niñas entre 0 y 4 años fueron las más afectadas por el desempleo, dado que este segmento pasó de una tasa de desempleo de 5,0% en 2019 a 7,5% en 2020.
Refiriéndose a los impactos de la pandemia en el comercio internacional, Espino recalcó que, según los datos de la CEPAL, la caída de las exportaciones no se distribuyó homogéneamente a nivel sectorial, y, por el contrario, fue más aguda en algunos sectores que concentran el empleo exportador de las mujeres, como lo es el sector Servicios (-58%). Al cierre de su presentación, Espino presentó ejemplos de medidas de los Gobiernos para contener los efectos de la crisis en el empleo y los ingresos de las mujeres, destacando la importancia de invertir en la economía del cuidado para una recuperación verdaderamente transformadora.
Durante el segundo día del evento, Nicole Bidegain, Oficial de Asuntos Sociales de la División de Asuntos de Género, y José Durán, Jefe de la Unidad de Integración Regional de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL, realizaron una presentación sobre la “Relevancia de los datos sobre comercio y género para el diseño y evaluación de las políticas comerciales” (véase presentación). Expusieron acerca de las principales preguntas de investigación para comprender las desigualdades de género y los impactos que afectan a las mujeres en tanto trabajadoras, empresarias y principales responsables del trabajo no remunerado, destacando la importancia de incorporar un enfoque dinámico que permita, por un lado, analizar los efectos de género en los cambios de la política comercial, así como también determinar el sentido del impacto.
En su intervención, Nicole Bidegain destacó que el empleo de las mujeres asociado al sector exportador en Centroamérica (22,5%) es más elevado que en el resto de países en América Latina (12%), y que en El Salvador este valor es incluso mayor (24,2%). A su vez, señaló que el empleo exportador en Centroamérica tiende a reproducir la segregación laboral de la economía doméstica. Se evidencia una mayor representación de las mujeres en los sectores Textil y confecciones y Servicios, en los que su participación supera el 45% y se registra, por otra parte, una muy escasa participación en Maquinarias y equipos no eléctricos (21%) y en Metales y productos de metal (25%).
Durante su intervención, José Durán comentó que en El Salvador la brecha salarial en contra de las mujeres en sectores altamente exportadores (-5,6%) es considerablemente menor a la brecha regional (-24,3%) y a la de República Dominicana (-16,8%).
A su vez, Bidegain recalcó la importancia de entender las desigualdades entrecruzadas ya que las mujeres no son un grupo homogéneo y, por ejemplo, existen diferencias substanciales en su participación laboral según su nivel de ingreso. Señaló que solo 3 de cada 10 mujeres en el primer quintil de ingreso participa del mercado laboral, contrastando con la situación de las mujeres de los quintiles 4 y 5 en los que participan más del 60%.
En el cierre de la presentación, Durán y Bidegain presentaron algunas recomendaciones para la medición y el análisis del comercio desde una perspectiva de género, enfatizando la importancia de contar con sistemas de información de género que articulen el análisis macro y microeconómico, de fortalecer la articulación interinstitucional para la producción de información y de generar espacios de cooperación regional que permitan extender las buenas prácticas en esta materia.
Posteriormente, Ximena Olmos, Consultora de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL, comentó sobre las buenas prácticas en América Latina para la promoción del emprendimiento exportador de las mujeres. En su exposición recalcó que las mujeres empresarias enfrentan barreras dobles para exportar. Por un lado, deben sortear obstáculos que afectan principalmente a la PYMES, como la falta de información y financiamiento, al estar concentradas en este segmento de empresas, y por otro lado, deben enfrentar obstáculos vinculados a los roles de género, como por ejemplo la mentalidad machista de los compradores, los estereotipos culturales y la falta de reconocimiento (véase presentación).
Junto a las exposiciones de la CEPAL, en el primer día del evento participaron como panelistas, Margarita Ortez, Directora de la Dirección de Administración de Tratados Comerciales del Ministerio de Economía, y Patricia Benedetti, Embajadora de El Salvador ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). En el segundo día hicieron uso de la palabra Claudia Campos, Analista de Operaciones del Departamento del Sector Externo del Banco Central de la Reserva, Irene Rodezno Jefa del Departamento de Estadísticas para la Igualdad de la Gerencia de Estadísticas de Género (DIGESTYC) y Maricela Ibarra, Gerente de Desarrollo Exportador de PROESA.
Al finalizar el evento, Marisol Gómez, a nombre del Ministerio de Economía y de PROESA, agradeció a las y los panelistas por haber contribuido al fortalecimiento de capacidades institucionales en materia de comercio y género, destacando la importancia de las herramientas entregadas para que la política comercial pueda contribuir al logro de la igualdad de género y reiterando la vitalidad del compromiso interinstitucional para poder acceder a más y mejores datos en esta materia.