Discurso
La globalización no es un hecho nuevo, aunque ahora presenta facetas diferentes al pasado. El proceso de internacionalización de la economía mundial tiene profundas raíces históricas, pero los drásticos cambios políticos y los generados en la revolución de las comunicaciones y la información le dieron vértigo y características especiales a su fase más reciente. Esto motivó a que los países de la región le encomendaran a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), centrar su Vigesimonoveno período de sesiones en el tema de la globalización y el desarrollo.
El encuentro, el más importante de cada bienio para la CEPAL, se llevará a cabo desde el 6 al 10 de mayo en Brasilia. Allí los gobiernos examinarán las actividades de la Comisión durante los dos años precedentes y aprobarán el trabajo para los dos años siguientes. En esta ocasión participarán alrededor de 200 delegados de los 48 gobiernos miembros y representantes de organismos especializados de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales e invitados especiales.
En la reunión, la CEPAL presentará el documento Globalización y desarrollo, donde entrega un diagnóstico, analiza los retos para el desarrollo de la región y presenta propuestas concretas sobre políticas públicas. La reunión se inicia con una fase técnica, entre el 6 al 8 de mayo, donde se presentará el mencionado informe. La fase ministerial será inaugurada por el Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso y por el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Antonio Ocampo, el jueves 9 de mayo y se prolongará hasta el 10 de mayo.
La globalización se define como "la creciente gravitación de los procesos económicos, sociales y culturales de carácter mundial sobre aquellos de carácter nacional o regional". El documento propone que las estrategias nacionales se diseñen en función de las posibilidades que ésta ofrece y de las exigencias que plantea una mayor incorporación a la economía mundial. Al mismo tiempo, la CEPAL advierte a los gobiernos que posiblemente enfrentarán una nueva inestabilidad comercial y financiera, el riesgo de la posible exclusión de los países mal preparados para las fuertes demandas de competitividad del mundo contemporáneo y el riesgo de acentuación de la heterogeneidad estructural entre empresas, sectores sociales y regiones dentro de los países que se integran, de manera segmentada y marginal, a la economía mundial.
La globalización es un proceso multidimensional. Si bien sus dimensiones económicas son las más conocidas, la CEPAL reconoce la importancia de otras dimensiones que no obedecen a un determinismo económico. Destaca, por ejemplo, la "globalización de los valores", que es la extensión gradual de principios éticos comunes. Sus manifestaciones más importantes son las declaraciones sobre los derechos humanos -en su doble dimensión de derechos civiles y políticos y de derechos económicos, sociales y culturales-, así como las Declaraciones de las Cumbres Mundiales de las Naciones Unidas. Otro avance es el desarrollo de nuevos principios jurídicos en el ámbito internacional, como el Principio 7 de la Declaración de Río relativo a las "responsabilidades comunes pero diferenciadas" en que se reconoce la deuda ambiental que los países tienen con el resto de la comunidad internacional producto de su industrialización.
En los últimos 130 años, el proceso de globalización ha vivido tres etapas. La primera (1870-1913) tuvo una gran movilidad de capitales y mano de obra así como un auge comercial basado en la fuerte reducción de los costos de transporte, más que por el libre comercio. Después de la segunda guerra mundial se inició una nueva etapa de integración global (1945-1973), donde nacieron instituciones internacionales de cooperación técnica, financiera y comercial y se expandió el comercio de manufacturas entre países desarrollados. En ese período coexistió una gran variedad de modelos de organización económica junto a una limitada movilidad de capitales y mano de obra.
En el último cuarto del siglo XX se consolidó la tercera fase, con la gradual generalización del libre comercio, la creciente presencia en el escenario mundial de empresas transnacionales que funcionan como sistemas internacionales de producción integrada, la expansión y la considerable movilidad de los capitales junto con la persistencia de restricciones al movimiento de mano de obra, el acceso masivo a la información en "tiempo real", gracias al desarrollo de tecnologías de información y comunicaciones, y una visible tendencia a la homogeneización de los modelos de desarrollo económico, según la CEPAL.
En su primera parte Globalización y desarrollo entrega una visión general. Primero se analiza el carácter histórico y multidimensional del fenómeno. Luego se pasa revista a la evolución de sus facetas económicas: comercio e inversión, finanzas y regímenes macroeconómicos, y movilidad internacional de la mano de obra. La evolución de las desigualdades de ingreso y las asimetrías que caracterizan el ordenamiento global se examinan a continuación. Finalmente, se presenta una propuesta de agenda positiva para América Latina y el Caribe en la era global.
La segunda parte del documento contiene una perspectiva regional, con temas específicos: vulnerabilidad externa y política macroeconómica; inserción de América Latina y el Caribe en los circuitos comerciales y productivos globales; fortalecimiento de los sistemas de innovación y desarrollo tecnológico; migración internacional; sostenibilidad ambiental; desarrollo social; efectos de la globalización sobre las economías del Caribe. En cada uno de estos capítulos se recomiendan medidas para los ámbitos nacional, regional e internacional que detallan la agenda propuesta. También se incluye una completa información estadística sobre los más variados aspectos del acontecer regional.