Este estudio analiza el ciclo de vida económico en Colombia en el contexto de su acelerado envejecimiento poblacional y alta desigualdad económica. Para ello, se emplea la metodología de las Cuentas Nacionales de Inclusión (CNI), que permiten evaluar la distribución del consumo, la capacidad de generación de ingresos laborales y de activos, el ahorro y las transferencias —en este caso públicas— a lo largo de las distintas etapas de la vida y entre diferentes grupos socioeconómicos. El objetivo central es examinar el flujo de recursos entre grupos etarios y su impacto en la economía nacional, con el fin de avanzar hacia la inclusión económica y la sostenibilidad fiscal en un escenario de envejecimiento demográfico.

Las Cuentas Nacionales de Inclusión (CNI) desagregan las estadísticas económicas nacionales por edad y condiciones socioeconómicas —en este caso por educación, ingreso y tipología de hogar—, permitiendo analizar cómo se distribuyen los recursos entre distintos grupos poblacionales. Para ello, se emplea como base el marco analítico de las Cuentas Nacionales de Transferencia (CNT), metodología respaldada por un manual de Naciones Unidas que estandariza los cálculos, y que entrega los principios y fundamentos para desagregar las cuentas por condición socioeconómica. Las Cuentas Nacionales de Inclusión representan una extensión innovadora de las CNT, y este estudio forma parte de los primeros a nivel regional, junto a estudios similares para Costa Rica, Jamaica y Uruguay.

En el caso de Colombia, donde persisten profundas desigualdades económicas y sociales, esta herramienta resulta clave para cuantificar brechas y orientar políticas públicas hacia una asignación más equitativa que faciliten el acceso a la salud, educación, seguridad social y al trabajo decente. Los resultados de este informe muestran que la mayoría de los hogares ni siquiera logra financiar su propio consumo durante los años de mayor productividad, dependiendo de transferencias públicas y familiares en todas las etapas de su vida.

El estudio aporta asimismo información para entender el papel de la familia, el Estado y el mercado en el financiamiento del consumo y la provisión de servicios sociales, como la salud y educación en Colombia. También ilustra las implicaciones en la redistribución de recursos generacionales en los distintos contextos de desigualdad prevalecientes en Colombia, ya sea por educación, ingreso disponible o tipología de hogar. Aunque con variaciones y consecuencias distintas, las disparidades encontradas son marcadas en cada contexto. Al respecto, se destaca la importante contribución de los sistemas públicos de transferencia, así como las desigualdades inherentes en la distribución de recursos intergeneracionales.

Las Cuentas Nacionales de Inclusión demuestran ser una contabilidad crucial para realizar previsiones a largo plazo de los costos y las fuentes de financiación de los sistemas de pensiones, educación y atención sanitaria, a fin de garantizar su sostenibilidad fiscal y evaluar su éxito. El estudio subraya el espacio que existe para evaluar y rediseñar políticas bajo un enfoque de equidad intergeneracional, asegurando que los instrumentos de gasto e impuesto contribuyan a cerrar las brechas socioeconómicas identificadas y a construir un pacto social más justo e inclusivo.