Descripción
En este estudio se analiza el vínculo entre los programas de transferencias monetarias con componentes educativos en América Latina y el Caribe y las diferentes dimensiones de las trayectorias educativas de jóvenes y adolescentes en situación de pobreza y vulnerabilidad, en un contexto de crisis y de cierre de establecimientos educativos como parte de la respuesta a la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19). A pesar de su heterogeneidad en términos de diseño y operatividad, la expansión de estos programas en la región los posiciona como una de las principales herramientas de protección social dirigidas a jóvenes y adolescentes. Las evaluaciones de impacto de estos programas muestran sus efectos positivos en cuanto a matrícula, asistencia, años de educación, graduación y permanencia escolar. Se espera que su implementación, junto con las medidas de transferencias de emergencia adoptadas por los países durante la pandemia, reduzcan el potencial abandono escolar y universitario a raíz de la crisis del COVID-19 y contribuyan a cerrar las brechas educativas en las distintas dimensiones de la matriz de la desigualdad que caracteriza a la región.