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Palabras de presentación de Jon Azúa en la XVIII Cátedra Raúl Prebisch

26 de noviembre de 2024|Discurso

Discurso del Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs.

Queridos colegas, estimados invitados y personas tanto presentes como conectadas virtualmente, señoras y señores,

Es un gran honor para mí darles la bienvenida a la XVIII Cátedra Raúl Prebisch.

Esta Cátedra es un homenaje a la memoria de Raúl Prebisch, uno de los pensadores más influyentes de nuestra historia, pero es también una plataforma para el análisis crítico, para pensar en el futuro y para enriquecer nuestro pensamiento con nuevas ideas que nos permitan aportar a la conversación regional sobre cómo avanzar hacia un desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible.

Y en el cumplimiento de ambos objetivos la presencia hoy de mi buen y admirado amigo, el Sr. Jon Azúa, no podría ser más adecuada y una ocasión para celebrar. Muchísimas gracias Jon por haber aceptado nuestra invitación. Es un honor tenerlo dando la Cátedra Prebisch del 2024.

En pocos minutos voy a presentar a nuestra personalidad invitada del día de hoy como corresponde a su trayectoria y aportes, pero justamente para poder hacer esto mejor, y poner en perspectiva el significado de la presencia del Sr. Azúa hoy en la Cátedra Prebisch de la CEPAL, y con su mensaje para América Latina y el Caribe, me voy a permitir algunas palabras previas de contexto.

Raúl Prebisch, con su aguda comprensión de las dinámicas globales y su capacidad para retar las convenciones, nos dejó un legado que sigue más vigente e importante que nunca: la necesidad de pensar y repensar nuestra región desde nuestra propia realidad, desde nuestras propias necesidades, pero con la mirada puesta en la economía mundial y sobre todo, y quiero subrayar esto, con una cierta actitud y predisposición: la de que promover el desarrollo económico y social no es una utopía ni debe pensarse desde posiciones utópicas, sino que es algo que es no solo deseable sino posible si las sociedades suman esfuerzos colectivos y trabajan duro en esa dirección.

Prebisch puso en el centro de su pensamiento sobre desarrollo económico y de sus recomendaciones de políticas, el desarrollo productivo y el progreso técnico.

También siempre mantuvo una gran preocupación por el desarrollo social, la distribución del ingreso y la equidad, pero señaló que las políticas redistributivas sin políticas de desarrollo productivo y productividad no son conducentes a una transformación real y progresiva de las economías. 

En su visión las políticas de desarrollo económico requieren un esfuerzo deliberado de las políticas públicas y de todos los actores relevantes para acelerar el crecimiento económico y cambiar el patrón de desarrollo en lo económico y en lo social simultáneamente.

Y yo afirmaría que es por este enmarcaje de los retos del desarrollo que el Dr. Prebisch le imprimió a la CEPAL desde un principio que, a pesar de los cambios semánticos a través del tiempo, el tema de la transformación productiva con equidad ha sido una constante en el pensamiento cepalino.

Siguiendo esta tradición de pensamiento cepalino, que siempre vió al cambio estructural y al desarrollo productivo, es decir, a la diversificación productiva, la sofisticación tecnológica y la creación de empleos de calidad como desafíos centrales del desarrollo, desde que llegué a la CEPAL me he preocupado y ocupado por retomar fuertemente estos temas.

No es casualidad que nuestro diagnóstico básico ve a los países de la región sumidos en tres trampas del desarrollo que se refuerzan mutuamente: una de baja capacidad para crecer; una de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social; y una tercera de bajas capacidades institucionales y gobernanza poco efectiva.

Hemos desarrollado una visión que pone como horizonte el logro de un desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible, y como áreas de acción prioritarias once grandes transformaciones que requieren los países de la región, una de las cuales es precisamente la apuesta por una gran transformación productiva.

Además, estamos poniendo gran énfasis en responder a la pregunta de cómo gestionar estas grandes transformaciones, incluyendo por supuesto la gran transformación productiva, llevando o aterrizando las respuestas de manera pragmática en las áreas de gobernanza, capacidades TOPP de las instituciones (técnicas, operativas, políticas y prospectivas), los espacios de diálogo social necesarios y la economía política de las transformaciones.

Hemos escrito esta visión de manera integral en nuestro reciente documento para el período de sesiones en Lima, Perú, titulado: “América Latina y el Caribe frente a las trampas del desarrollo: transformaciones indispensables y cómo gestionarlas”.

Pues bien, he hecho esta relativamente larga introducción como contexto para poder poner en perspectiva e introducir mejor a nuestro distinguido conferencista de hoy.

Jon Azúa es un hombre de pensamiento y de acción, o tal vez es más preciso decir de acción reflexiva, adaptativa e inteligente, basada en una poderosa combinación: una clara visión de futuro complementada con un continua y profunda reflexión sobre cómo avanzar hacia ese futuro deseado.

Así fue como Jon Azúa lideró exitosamente grandes transformaciones en la Comunidad Autónoma del País Vasco desde finales de los años 80s hasta que terminó su etapa de servicio público, aunque debo agregar que aún después de que dejó de ocupar cargos públicos de alto nivel no ha dejado de tener una enorme influencia en su querida Comunidad Autónoma y más allá.

Ya en los años 1980 tuvo un importante protagonismo en las agendas de políticas públicas de la Comunidad Autónoma del País Vasco, donde fue Director de Planificación y Gestión Económica del Departamento de Transporte, Comunicaciones y Asuntos Marítimos entre 1980 y 1982; para pasar a ser luego diputado Foral del Promoción y Desarrollo Económico de Bizkaia de 1983 a 1985; Parlamentario Vasco entre 1986 y 1988; y Consejero Secretario de la Presidencia entre 1987 y 1988. Desde estas posiciones impulsó importantes reformas orientadas a la modernización económica y al desarrollo sostenible.

Sin embargo, su período de gran influencia transformacional fue a partir de 1991 cuando ocupó la posición de Vicepresidente o Vicelehendakari, y Ministro de Industria y Energía del Gobierno Vasco hasta 1995. Durante ese período Jon fue el conductor y líder de la gran transformación productiva de la Comunidad Autónoma del País Vasco, a partir de la política industrial y de desarrollo de clústeres. En otras palabras Jon es el padre de la política de clústeres del País Vasco que es una de las experiencias más exitosas de transformación productiva de España y de Europa. Para ilustrar, permítanme decirles que en 2017 la Comunidad Autónoma del País Vasco estaba clasificada como la sexta región más competitiva de la Unión Europea.

Pero su trayectoria no ha sido solo institucional en materia de políticas públicas, también tiene importantes trayectorias académicas y empresariales.

En materia académica fue promotor-fundador y Presidente del Consejo Asesor del Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra) del 2003 al 2011; Director de la Cátedra Vasca de Competitividad en el CEIBS de Shanghai del 2008 al 2010.

Ha sido profesor e investigador en la Red M.O.C. del Instituto de Estrategia y Competitividad de la Universidad de Harvard y del Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra en la Universidad de Deusto y de SINTONÍA México.

Ha publicado influyentes libros y numerosos artículos. Los títulos de sus tres libros más conocidos son: “Alianzas Coopetitivas para la Nueva Economía”; “Clusterizar y Glokalizar la Economía: La Magia del Proceso”; y “Bizkaia 2050”, una visión de futuro para la Comunidad Autónoma del País Vasco al 2050.

En lo empresarial es actualmente asesor de la Presidencia y Consejero del Grupo Keralty, un grupo empresarial en materia de salud con presencia en varios países; y es Presidente y fundador de Enovating Lab, una plataforma dedicada a la innovación y la transformación de los modelos económicos, sociales y empresariales.

El Sr. Azúa fue también Vicepresidente de la Organización Sanitas Internacional del 2015 al 2018; Consejero y Director General de la Bolsa de Bilbao y Bilbao Plaza Financiera. Ha sido asesor de diversas empresas e instituciones internacionales en temas de competitividad, innovación y transformación digital, incluyendo el Foro Económico Mundial, la Unión Europea, la Caja de Ahorros Viscaína y muchas otras. Actualmente es miembro también del órgano rector de varias organizaciones sin fines de lucro, concretamente: Innobasque (la Agencia Vasca de Innovación); y la Corporación Tecnológica Tecnalia.

Como anécdota personal conocí a Jon Azúa en cuatro visitas que hice a la Comunidad Autónoma del País Vasco a partir del 2015, en el proceso de investigar la política industrial, de innovación y de clústeres de esa Comunidad, investigación que dio lugar a un pequeño libro titulado “Políticas de clústeres y de desarrollo productivo en la Comunidad Autónoma del País Vasco: Lecciones para América Latina y el Caribe”, que elaboré siendo Director Regional de la OIT.

Y debo confesarles que Jon Azúa ha sido una gran influencia en mis ideas sobre la importancia de las políticas de desarrollo productivo y de clústeres.

En vista de la importancia de las políticas de desarrollo productivo para la gran transformación productiva que requieren los países de ALC para escapar no solo de la trampa de baja capacidad para crecer y transformar, sino también de la trampa de alta desigualdad y baja movilidad social, y en vista de la experiencia del Sr. Jon Azúa sobre los qué, los cómo y los porqués de las PDPs, es más que evidente la enorme relevancia de la Conferencia de hoy para la región y para el trabajo de la CEPAL.

Apreciado Jon, es un verdadero honor tenerte aquí hoy para dar esta prestigiosa Cátedra y sumarte al grupo de figuras de una enorme talla intelectual que nos han acompañado en este espacio: Celso Furtado, Joseph Stiglitz, Fernando Henrique Cardoso, Rubens Ricupero, Dani Rodrik, Enrique V. Iglesias, Tulio Halperin, Fernando Savater, Aldo Ferrer, José Antonio Ocampo, Danilo Astori, Luiz Gonzaga de Mello Belluzzo, Rolando Cordera, Mariana Mazzucato, Ricardo Ffrench-Davis, Ha-Joon Chang y Rebeca Grynspan.

El escenario es tuyo.

Muchas gracias.