Descripción
Resumen El debate sobre la vulnerabilidad social se nutre de tres corrientes. i) El avance de la globalización y el nuevo modelo de desarrollo, que han inducido cambios sociales estructurales y que entrañan oportunidades y riesgos, ganadores y perdedores, reforzamiento y obsolescencia de capacidades, más control sobre varias dimensiones del entorno y mayor volatilidad y complejidad de otras. Un enfoque de vulnerabilidad es útil en tales condiciones, pues se orienta a especificar riesgos y a investigar sobre la capacidad de respuesta y de adaptación frente a su materialización. Su aplicación procura precisar el grado y tipo de vulnerabilidad, los actores afectados por ella y las políticas para reducirla; ii) La sensación de inseguridad y desprotección ante los riesgos -reflejada en encuestas de opinión y confirmada por numerosos indicadores- y la evidencia de un debilitamiento de la capacidad de respuesta (estatal, comunitaria, de hogares y personas) se capta con la noción de vulnerabilidad social, que deviene signo de la época y, iii) Contenidos específicos relacionados con carencia u obsolescencia de activos. En este caso, la noción de vulnerabilidad se usa para analizar y relevar las desigualdades de origen y de trayectoria que influyen sobre el desempeño social (y por ende sobre la pobreza), lo que dirige las políticas sociales hacia la habilitación por sobre la asistencia. Con los aportes y distinciones de estas corrientes, se analiza la dinámica demográfica nicaragüense y sus riesgos actuales y futuros.""