Descripción
Presentación
En la vigesimoséptima reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (San Salvador, El Salvador, 2 al 4 de diciembre de 1998); los países miembros de la Mesa acordaron que la octava Conferencia Regional (Lima, Perú, del 8 al 10 de febrero del año 2000); se aboque al análisis del tema 'Equidad de género: base de una sociedad justa y equitativa' y que, en este contexto, se analicen las áreas estratégicas I y V del Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001: a); equidad de género; b); derechos humanos, paz y violencia.1El presente documento 'Aspectos económicos de la equidad de género' forma parte de los estudios desarrollados en la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL y se realizó en el marco del Proyecto CEPAL/GTZ 'Development and Social Equity in Latin America and the Caribbean'. Constituyendo un insumo para la reflexión y los debates que llevarán a cabo los países en la octava Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe. El propósito de este estudio es demostrar la relevancia de conocer y considerar las inequidades que se producen entre mujeres y hombres, si se pretende lograr una sociedad latinoamericana con mayor equidad.Precisamente, uno de los rasgos característicos de las sociedades en nuestra región es la desigualdad. Han sido varios y muy importantes los esfuerzos orientados a hacer visible la desigualdad entre naciones, regiones, áreas y clases sociales con el objeto de formular propuestas orientadas a superar las injusticias e inequidades que de ellas derivan.
Más recientes son los esfuerzos por visibilizar otras desigualdades que afectan el cuadro de inequidad de la región. Sin duda la ausencia más impactante aun hoy en los estudios socioeconómicos es aquella que da cuenta de la desigualdad entre mujeres y hombres. Esto ha sido ampliamente compensado por la proliferación de estudios de género cuyo principal aporte ha consistido el darle estatuto académico y político a la demanda social de reconocimiento de la desigualdad por parte de los movimientos sociales de mujeres. Gracias a ellos hoy podemos conocer aspectos que permiten afinar y complejizar el análisis de la realidad social. El diálogo interdisciplinario y la necesidad de políticas integrales que de estos nuevos conocimientos se derivan son un aporte fundamental para la región.
El estudio que presentamos forma parte de los propuestas de la CEPAL a los gobiernos de la región para integrar el enfoque de género en los análisis y políticas de transformación productiva con equidad La complejidad de los aspectos de equidad queda demostrada con este estudio, así como queda evidente que una mirada a la región desde el punto de vista de la igualdad entre mujeres y hombres, contribuye enormemente a fortalecer la propuesta integradora y matiza definitivamente el optimismo en torno a enfoques que privilegian el crecimiento por encima de las políticas sociales y de equidad. El estudio de las brechas de género es un terreno privilegiado para demostrar lo imperativo de una articulación entre desarrollo económico y social, transformación productiva y derechos humanos, universalidad de derechos y respeto a la diferencia.
El documento permite, a partir de fuentes de información validadas como son las Encuestas de Hogares, apreciar uno de los rasgos más dramáticos de la inequidad en la región. Para ello se han seleccionado los temas del área económica más tratados por la CEPAL, realizando un balance de la situación de mujeres y hombres durante la década de los noventa, para destacar los principales problemas y el sentido de su evolución. Se ha trabajado con información estadística correspondiente a un subgrupo de países de América Latina lo que no da cuenta cabal del conjunto pero sí de las tendencias presentes.
El estudio nos muestra cómo la diferencia biológica convertida en fundamento de la discriminación ha producido a lo largo de toda la región latinoamericana brechas éticamente inaceptables aunque afortunadamente susceptibles de ser socialmente evitables. La discriminación hacia las mujeres puede ser evitada a través de políticas de equidad que trasciendan la mera modificación de roles en favor de transformaciones estructurales, y culturales instaladas en el conjunto de instituciones de la región.
El análisis de género de las desigualdades no se limita a la simple comparación entre hombres y mujeres, aunque requiere necesariamente de ella para realizar un análisis apropiado de la realidad social. Por eso, un primer paso consiste en lograr la visibilidad estadística de las diferencias. Conocer los efectos diferenciados que sobre hombres y mujeres tienen las políticas económicas no es un mero ejercicio académico y reviste la mayor importancia si tomamos en cuenta que, como lo muestra el estudio, las mujeres, independientemente del grupo social al que pertenecen son objeto de discriminación y se encuentran siempre en desventaja respecto de sus pares varones.
El análisis de género es una herramienta para visibilizar una de las mayores injusticias de la humanidad y sirve para formular políticas que tiendan a la eliminación de toda forma de discriminación como un tributo al avance en el respeto a los derechos humanos. No sólo eso, el análisis de género es una herramienta al servicio del crecimiento económico pues visibiliza las potencialidades y limitaciones que enfrenta la mitad de la población para que los países logren el ansiado objetivo de la competitividad sistémica.
El estudio nos muestra a través de un análisis cuidadoso de la información oficial cómo la distribución de los ingresos, se asienta sobre un contrato cultural impuesto que otorga una alta valoración a la maternidad femenina y considera natural el trabajo doméstico no remunerado de las mujeres frente a una aun prevaleciente noción de hombre proveedor cada vez mas contestada por la realidad social. Los ingresos globales por sexo —resalta el estudio— son la síntesis de la forma especifica como las mujeres acceden al mercado laboral, a la propiedad y a las transferencias. Aunque la tendencia es decreciente, la capacidad de generar ingresos es siempre menor para las mujeres de la región. Esto mientras su aporte a la reproducción sigue en la oscuridad estadística.En América Latina los adultos dependientes económicamente son mayoritariamente mujeres aunque uno de los rasgos mas impactantes de la última década es el masivo ingreso de las mujeres al trabajo remunerado. El estudio señala la importancia estratégica que tiene para la equidad el medir las horas de trabajo destinadas al trabajo doméstico no remunerado obligación que permanece ampliamente asociada a mujeres y niñas y que sumada al creciente trabajo remunerada da cuenta de las condiciones de injusticia bajo las que las mujeres se integran al mercado laboral. La ausencia de políticas de redistribución de las responsabilidades familiares aparece pues como una prioridad de la política social.
Otro aporte significativo del análisis desagregado es que nos permite no solo evidenciar las brechas entre hombres y mujeres en el mercado laboral si no las brechas entre grupos de mujeres como resultado de desventajas adicionales enfrentadas por las mujeres pobres, indígenas y jóvenes. La segregación ocupacional es también negativa para las mujeres Aunque las tasas de participación de las mujeres en la actividad económica se han incrementado todavía muestran un claro sesgo a favor de los hombres cuyas tasas son mayores. El estudio demuestra además que no se ha establecido una relación entre las tasas de participación, generalizadas en toda la región, y el nivel el PIB. El desempleo es también mayor en todos los casos lo que sugiere la necesidad d e conocer los mecanismos de discriminación en el proceso de búsqueda de iguales oportunidades en el empleo.
Si esto es así es necesario encontrar respuestas adecuadas al crecimiento acelerado de la participación de las mujeres en la actividad económica, las mismas que no necesariamente pertenecen al ámbito cerrado de la economía y que pueden explicarse por factores de ampliación de ciudadanía, tipo de reformas estructurales en curso, fortaleza de los movimientos sociales y factores culturales e institucionales como señala la autora.
La información muestra que las mujeres están sobre representadas en empresas de baja productividad y sobrepresentadas en los de media y alta. Igualmente los ingresos de las mujeres en estos sectores corresponden al 50% de los ingresos masculinos.
El estudio muestra un cuadro de los aspectos económicos de la equidad de género demostrando que en prácticamente todos los indicadores como son empleo, desempleo, ingresos, propiedad y puestos administrativos la situación de desventaja es mayor para las mujeres. Aunque aumenta la presencia femenina en la actividad económica, disminuye la brecha de ingresos y mejoran los niveles educativos, las mujeres de la región aun no consiguen eliminar las distancias que las separan de sus pares varones y siguen enfrentando no solo una mayor carga de trabajo incluido el trabajo doméstico no remunerado y el trabajo comunitario, si no que obtienen menores beneficios de los sistemas previsionales y no consiguen superar la brecha de género en la toma de decisiones tal como lo demuestran estudios complementarios realizados por la CEPAL.
El estudio es una muestra de las posibilidades de análisis que brinda la información disponible para realizar análisis relevantes sobre la política económica y social. Sin embargo, queda claro que aun debemos enfrentar retos conceptuales y metodológicos que permitan medir aspectos vinculados al trabajo doméstico no remunerado, el uso del tiempo, los aportes y beneficios diferenciados de hombres y mujeres al sistema previsional y otros de importancia para las políticas de equidad en la región.
1 CEPAL, Informe de la vigesimoséptima reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (San Salvador, El Salvador, 2 al 4 de diciembre de 1998); (LC/L.1188(MDM.27/4););, Santiago de Chile, 24 de marzo de 1999, párrafo 37, acuerdo 6.