Descripción
El objetivo general de este estudio es recopilar la información cuantitativa para la última década relacionada con el financiamiento para el ambiente, documentando aspectos relativos al monto gastado en el ambiente (su distribución entre operación o inversión y su destino por tópico ambiental);, el financiamiento del mismo (fuentes externas o domésticas); y la efectividad en la utilización del financiamiento.
Se diseñó un cuestionario para la obtención de la información que se aplicó a instituciones, tanto del Gobierno Central, como Organizaciones No Gubernamentales, Centros de Investigación y Enseñanza, Organizaciones Gremiales, etc. Además, se revisó información generada en otros estudios, que tenían relación con el tema en estudio. Con respecto al sector productivo nacional no ha sido posible la recopilación de información con la amplitud deseada, por lo que este sector no está suficientemente representado en los resultados obtenidos.
De acuerdo con los resultados, durante el período 1992-2000, en Costa Rica se ha identificado un gasto total de US$ 663.87 millones, de los cuales US$ 594.32 millones son del sector público y US$ 69.55 millones de las instituciones privadas.
El crecimiento del gasto ambiental público es obra de una reasignación de recursos de otros tópicos a tópicos ambientales. En 1992 se destinaba poco menos del 1% del Gasto del Gobierno en gasto ambiental. Esta relación ha crecido constantemente hasta ser casi un 4.5% en el año 2000. En relación al PIB, el gasto ambiental público representa en el año 2000 el 0.64%. El comportamiento del gasto ambiental en el país muestra una tendencia reciente para el período estudiado, con un gasto superior a los US$ 100 millones. Cada costarricense gasta en promedio, por año, US$ 21.6. Este gasto ha crecido más de tres veces durante el período estudiado, como se observa en cuadro. La misma situación se observa en la relación de gasto ambiental total respecto al Producto Interno Bruto (PIB); que se ha más que duplicado. Esta relación está por el orden del 0.72% actualmente.
Los principales destinos del gasto han sido los ecosistemas boscosos, agua, tratamiento de desechos y suelo. Es importante rescatar que la inversión en conservación de ecosistemas boscosos y no boscosos, garantiza el flujo de los distintos bienes y servicios ambientales que benefician a la sociedad. Esto aporta a la disminución del riesgo que tienen las actividades productivas que son altamente dependientes de las materias primas que aporta la base de recursos naturales.
De los gastos realizados, el 45.31% se han clasificado como gastos corrientes, 18.96% en gastos de inversión, quedando un 35.72% en gastos sin clasificar. Esto último se debe a que no se cuenta con una contabilidad explícita que registre los distintos gastos que se destinan al ambiente, lo que obliga a una evolución de la contabilidad tradicional para que se registren las distintas partidas de gastos ambientales que realizan las empresas privadas y públicas. Sólo así el país podrá mostrar en términos económicos su preocupación por el ambiente.
El gasto ambiental ha sido financiado en su mayor parte con recursos internos (65.18%);, mientras que solo un 7.86% ha sido financiado con fuentes externas. Hay que señalar que una proporción importante de los gastos (26.96%); ha quedado como fuentes no identificadas, aunque ha estado en disminución constante. De las cifras anteriores se desprende la preocupación que tiene Costa Rica por el ambiente y quizá, esta es una de las principales razones por las cuales hoy cuenta con un importante prestigio internacional en conservación de la naturaleza.
Como resultado de la inversión ambiental que ha realizado el país, se ha logrado disminuir sustancialmente la deforestación, se ha recuperado cobertura en áreas degradadas y se ha logrado una mayor conciencia en la población, sobre la conservación de la biodiversidad y sobre los problemas ambientales que los afecta. Para ilustrar esto último se ha hecho un análisis de las implicaciones que ha tenido el pago por servicios ambientales que implementó el país desde 1997. Hay que señalar que el propietario de bosques acude por su propia voluntad, a las instituciones correspondientes a solicitar que sus tierras sean sujetas de pago por servicios ambientales.
Desde es año hasta el 2000, la demanda por servicios ambientales ha sido atendida en un 34.05% (258 928 ha);, lo que indica un exceso de demanda en el período a la cual hay que buscarle financiamiento para atenderla. De la superficie total atendida, el 86.02% ha sido para protección de bosques, 5.74% para reforestación y 8.25% para manejo de bosque. Los recursos asignados al pago por servicios ambientales han sido de US$ 46.72 millones, cuya fuente de financiamiento principal es el impuesto selectivo de consumo de hidrocarburos en el país, aunque una menor fracción ha sido financiada por recursos externos.
Como recomendación se puede plantear que para la estimación de los Gastos en Protección ambiental en Costa Rica es necesaria una clasificación de estos gastos para todas las instituciones; un formato estándar que permita el fácil registro de los montos destinados a las actividades clasificadas como protección ambiental. Por lo tanto, la uniformidad de la clasificación de los gastos en protección ambiental es indispensable para obtener parámetros que permitan medir el total de egresos en protección del ambiente hecho por el país.