Descripción
El informe presenta un análisis general de los aspectos ambientales relacionados con los impuestos sobre la producción y el consumo de petróleo y gas. La cadena de abastecimiento de hidrocarburos que abarca desde la exploración y explotación (upstream) hasta la refinación y comercialización (downstream), es decir, desde las fases iniciales de exploración hasta el consumo final, proporciona una base imponible muy amplia y variada para los gobiernos. Los sectores del petróleo y el gas no solo constituyen los principales sectores económicos para cualquier país moderno sino que, según ciertos principios económicos, los impuestos sobre los derivados del petróleo y el gas deberían ser superiores a los aplicados a otros bienes de consumo. Ello se debe, según la regla de Ramsey, a la relativa falta de elasticidad del consumo de petróleo y gas, hecho que lo convierte en un buen candidato para recibir una mayor carga impositiva. En segundo lugar, dado que tanto la producción como el consumo de petróleo y gas tienen un fuerte impacto ambiental, a nivel local y global, deberían estar sujetos a tasas impositivas que reflejen, además del uso de los ingresos recaudados mediante el impuesto, el costo marginal que la producción y el consumo del petróleo y el gas imponen sobre el medio ambiente.