Descripción
Numerosos planteos formulados en los últimos años señalan lo restringido de considerar el producto interno bruto (PIB) como una medida de bienestar. Este documento retoma dichas críticas, al tiempo que señala los límites del PIB para medir la producción.
Lo que incluye y lo que no incluye el PIB es resultado de convenciones que arrastran sesgos androcéntricos. La falta de valoración de los servicios no remunerados producidos por los hogares y de los recursos naturales resulta en una visión sesgada de la economía que pone el enfoque en los mercados y deja de lado otros procesos esenciales para la vida humana.
La región de América Latina y el Caribe tiene una larga trayectoria de acuerdos políticos y técnicos que destacan la importancia para las sociedades de dimensiones como las de los cuidados, el reparto del tiempo y el bienestar. El documento llama, especialmente, a medir aquello que las sociedades valoran y a incluir en la toma de decisiones indicadores complementarios al PIB, entre los que se destacan los indicadores de uso del tiempo.