Nota informativa
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, recibió hoy la Condecoración de la Orden El Quinto Sol, que otorga el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), en reconocimiento “por su compromiso incondicional con la promoción de los derechos de los pueblos indígenas y la búsqueda de un mundo más equitativo, respetuoso e intercultural”.
“Como mexicana, esta denominación apunta a las fibras de mi identidad. Recibo con el corazón esta condecoración y la comparto con los hermanos y hermanas indígenas de toda Abya-Yala, desde los pueblos Guarijio, Pimas y Tarahumara del norte de México hasta los pueblos Sel’knam, Yámana y Kawésqar de los canales australes de Argentina y Chile. Nahui Olin, el Quinto sol, semilla de los hijos e hijas de esta tierra, paso a formar hoy, parte de tu Orden, agradecida de mis hermanos y mis hermanas, renovada en mi compromiso de construir juntos una patria de iguales”, subrayó la máxima representante de la CEPAL en la ceremonia de condecoración.
La distinción fue otorgada en el marco de la XV Asamblea General del FILAC, que fue inaugurada hoy por Luis Arce, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia; Freddy Mamani, Viceministro de Relaciones Exteriores de ese país; Flora Aguilar, Representante del Pacto de Unidad; Francisco Calí, Relator Especial para Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y Myrna Cunningham, Presidenta del Consejo Directivo del FILAC.
En su discurso, Alicia Bárcena, agradeció el reconocimiento y reafirmó el compromiso de la CEPAL de respetar, promover, impulsar y no menoscabar en modo alguno los derechos de los pueblos indígenas.
También instó a defender los principios de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, “que deben ser eje central tanto en el control de la pandemia de COVID-19, como en los procesos de reactivación y reconstrucción económica para que Abya Yala vuelva a ser la tierra de la madurez plena y recupere la vitalidad de su sangre”.
La máxima representante de la CEPAL advirtió que la pandemia del COVID-19 ha producido impactos diferenciados e interseccionales sobre la realización del derecho a la salud y a la vida de los pueblos indígenas, así como sobre otras dimensiones de sus derechos económicos, sociales, culturales, territoriales y ambientales, y repercuten de manera particular en las mujeres indígenas, las y los niños y jóvenes, las personas mayores indígenas y las personas indígenas con discapacidad.
Junto con ello, afirmó, las tensiones y conflictos derivados de la falta de garantías de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y las amenazas externas han seguido aumentado.
Precisó que incluso antes de la pandemia, entre 2015 y 2019, la CEPAL identificó 1.223 conflictos en 13 países de América Latina, derivados de la afectación de los derechos territoriales de los pueblos indígenas asociados a industrias extractivas, entre ellos, la minería, hidrocarburos, energía y los monocultivos. De hecho, casi dos tercios (63,7%) de los conflictos por derechos territoriales asociados a industrias extractivas ocurridos entre 2015 y 2019 se originaron por la minería (43,5%) y los hidrocarburos (20,2%).
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL alertó que, entre 2015 y el primer semestre de 2019, 232 líderes y comuneros indígenas fueron asesinados en el marco de los conflictos territoriales, gran parte de ellos asociados a la industria extractiva. Esto significa que, en promedio, 4 defensores indígenas son asesinados cada mes en América Latina.
“Esto es grave y debe ser visibilizado y condenado transversalmente”, enfatizó.
La alta representante de las Naciones Unidas subrayó también que los pueblos originarios de Abya Yala han ido capaces de resistir y sobreponerse a diversos ciclos de crisis desde la llegada de los conquistadores y poseen un acervo de conocimientos tradicionales que incluyen la protección de la biodiversidad, sistemas propios de salud y alimentación y economías sustentables.
“Ello puede contribuir de manera significativa no sólo a respuestas exitosas frente a esta pandemia sino también a las consecuencias de mediano plazo y, definitivamente, a repensar un nuevo modelo de desarrollo que realmente sea sostenible, igualitario, inclusivo y al mismo tiempo diverso”, afirmó.
Finalmente, Alicia Bárcena destacó que el paradigma del “Buen Vivir” nos ofrece una oportunidad global para establecer un nuevo contrato político y social, que nos permita pasar del discurso a la práctica, adoptando una perspectiva biocéntrica y ecocéntrica, sin desproveer al “buen vivir” del sentido profundo que tiene para cada pueblo indígena y, al mismo tiempo, beneficiando a toda la humanidad y al planeta en su conjunto.
Junto a Alicia Bárcena fueron condecoradas con la Orden “El Quinto Sol” autoridades como Elisa Loncón, Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente de Chile; María Fernanda Espinosa, Presidenta del 73º Periodo de la Asamblea General de las Naciones Unidas y Ex Ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador; la periodista mexicana Carmen Aristegui, además de dirigentes indígenas de Colombia, Costa Rica y México, entre otras altas personalidades.