Nota informativa
“La imperiosa necesidad de combatir el cambio climático implica que en las próximas décadas será cada vez más importante la difusión de las tecnologías que permitan aumentar la eficiencia energética y generar un porcentaje creciente de la energía global desde fuentes renovables. De lo contrario, no será posible lograr los niveles necesarios de reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero. El comercio internacional tendrá un rol central en ese esfuerzo”, señaló el Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Antonio Prado, durante un evento realizado en Santiago, Chile.
El alto funcionario de las Naciones Unidas fue uno de los expositores en la apertura del diálogo entre el Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible (ICTSD), el Ministerio de Energía de Chile y la CEPAL, titulado “Fomentando el incremento de la energía limpia a través de la reforma del comercio: Oportunidades para América Latina”, que se realizó en la capital chilena el miércoles 17 de junio.
En la sesión participaron también Jimena Jara, Vice Ministra de Energía de Chile, Álvaro Cedeño Molinari, Embajador de la Misión Permanente de Costa Rica ante la OMC, Selim Küneralp, Secretario General Adjunto del Energy Charter Secretariat, José Antonio Vargas, Vice Director para América Latina y el Caribe del World Energy Council, y Ricardo Meléndez-Ortiz, Director Ejecutivo del ICTSD.
En su discurso Antonio Prado señaló que las políticas energéticas deben garantizar el acceso pero también la calidad, sustentabilidad y que su uso acumulado evite externalidades ambientales y daños irreversibles. “El binomio cambio climático-energía es indisoluble”, indicó.
Según datos de la CEPAL, América Latina y el Caribe enfrenta hoy un importante déficit en la prestación de servicios energéticos: actualmente 34 millones de ciudadanos no tienen acceso a electricidad. La región es la más urbanizada del mundo ya que el 77% de los habitantes viven en ciudades, porcentaje que sube a 90% en el Cono Sur.
En materia energética, la matriz regional depende hoy 41% del petróleo, 28% del gas, 4% del carbón y 1% de la energía nuclear. El 25% del consumo tiene origen renovable: 9% hidroeléctrico, 14% por biomasa y 2% de otras fuentes no convencionales.
“En varias zonas de la región, la falta de acceso equitativo y de calidad a la energía es uno de los factores que perpetúan la pobreza y la desigualdad, además de provocar una mayor contaminación y un uso ineficiente de los recursos energéticos”, declaró Prado.
El Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL remarcó que un aprovechamiento y uso sostenible de los abundantes recursos energéticos que posee la región contribuye significativamente a superar las barreras al desarrollo, no solo en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también mejora la productividad de las economías, la inclusión social, el bienestar y la gobernabilidad.
Prado agregó que la CEPAL plantea una integración productiva que sea compatible con los objetivos de reducción de la pobreza, promoción de la igualdad, mayor acceso a nuevas tecnologías (incluyendo las ambientales), y que ponga el foco en las pequeñas y medianas empresas para reducir la brecha que tienen en relación al empleo, tecnología e ingresos.
En relación al comercio, precisó que América Latina y el Caribe no es aún un actor muy relevante en las transacciones relacionadas a la industria de las energías limpias, pero tiene las potencialidades para serlo. Países como Brasil, México y Costa Rica ya poseen una capacidad instalada importante en este ámbito.
“Estamos convencidos que las energías renovables, la eficiencia energética y las redes inteligentes de energía, pueden y deben ser la respuesta al desarrollo energético sostenible de nuestra región. Para ello, la CEPAL está decididamente comprometida en apoyar a los países de América Latina y el Caribe en la búsqueda del camino a la sustentabilidad de su desarrollo en general y del energético en particular”, indicó Antonio Prado.
"A fines del año pasado representantes de 19 países de América Latina y el Caribe aprobaron iniciar negociaciones para lograr un acuerdo regional sobre asuntos ambientales. La CEPAL considera que el futuro instrumento no debe ser meramente declarativo sino que debe ser ambicioso y establecer obligaciones legales claras y concretas que garanticen de manera efectiva los tres pilares de los derechos de acceso en materia ambiental: información, participación y justicia", finalizó el funcionario.