Comunicado de prensa
La cooperación interrregional es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y abordar los difíciles desafíos que enfrenta el mundo actualmente, señaló hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante un evento internacional de alto nivel organizado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y las misiones permanentes de Bielorrusia y Barbados ante la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.
El encuentro, titulado “Aprovechar la integración interregional para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, reunió a autoridades como Sergey Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia; Vladimir Makei, Ministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia; Jerome Xavier Walcott, Ministro de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Barbados; Isabelle Durant, Secretaria General en funciones de la UNCTAD; Ngozi Okonjo-Iweala, Directora General de la Organización Mundial de Comercio (OMC); y las Secretarias Ejecutivas de las cinco comisiones regionales de la ONU: Alicia Bárcena (CEPAL), Olga Algayerova (Comisión Económica para Europa, CEPE-UNECE), Armida Salsiah Alisjahbana (Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico, CESPAP), Rola Dashti (Comisión Económica y Social para Asia Occidental, CESPAO) y Vera Songwe (Comisión Económica para África, CEPA), entre otras personalidades.
En su intervención durante el panel “Regional integration for a stronger multilateral economic system, tackling the COVID 19 challenges, and attaining the SDGs – experience and contribution of the international organizations”, Alicia Bárcena señaló que una cooperación interregional fortalecida, no solo en economía sino también en otras materias, sería un gran impulso para el cumplimiento de los ODS.
Recordó que la pandemia del COVID-19 ha tenido y sigue teniendo un efecto devastador en América Latina y el Caribe, con una caída de su producto interno bruto (PIB) de -7,1% en 2020, un fuerte aumento de la pobreza y un marcado deterioro de todos los indicadores sociales.
“Por lo tanto, la recuperación económica es esencial, pero no cualquier tipo de recuperación. Necesitamos una recuperación transformadora que sea más verde, más inclusiva y que ponga a la región en la senda del desarrollo sostenible. Debemos romper con la histórica dependencia de la región de las exportaciones de productos básicos, y promover nuevas actividades económicas que sean más intensivas en conocimiento, que creen más y mejores trabajos, y tengan una menor huella ambiental”, declaró.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL advirtió que existe preocupación por la constante erosión del comercio intrarregional durante la última década: mientras en 2008 alcanzó su nivel máximo, 22%, en 2020 fue de solo 12%, el más bajo en el mundo. “Es esencial revertir la desintegración comercial y productiva de la región de América Latina y el Caribe para promover su recuperación y avanzar hacia un modelo de desarrollo más inclusivo y sostenible. Necesitamos generar motores de crecimiento internos a través de la industrialización y la reducción de la vulnerabilidad a los choques externos”, enfatizó.
Bárcena presentó dos propuestas en este sentido. La primera es el llamado a que la diversificación productiva se aleje de los productos básicos, de la primarización, y agregue valor a través de la innovación y la tecnología, con cadenas de valor de suministros que nos permitan integrarnos de mejor manera a los mercados mundiales.
La segunda propuesta es fomentar la integración productiva intrarregional y el comercio y la inversión interregional entre, por ejemplo, Asia Pacífico y América Latina y el Caribe, o entre América del Norte y América Latina y el Caribe. “China, por ejemplo, es el primer socio comercial para América del Sur; por eso debemos sacar provecho también del acuerdo de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México para la ubicación de proveedores en países más cercanos al mercado objetivo (nearshoring) y la relocalización de procesos productivos y tecnológicos estratégicos al país de origen (reshoring)”, explicó.
“Existe un enorme potencial para el intercambio de conocimientos y experiencias a nivel interregional e intrarregional, tanto en el marco de las instituciones de integración económica de América Latina y el Caribe como desde esta región hacia el resto del mundo”, insistió Alicia Bárcena.
Resaltó también el caso de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que se han visto seriamente afectadas por la caída en el comercio intrarregional, especialmente en el Caribe, en donde el comercio y la integración regional son cruciales para alcanzar los ODS. “Se necesita generar una transformación estructural pos-COVID-19 basada en el comercio y la integración. Con sus 650 millones de habitantes, el mercado de América Latina y el Caribe es un activo estratégico con gran potencial inexplorado. Por lo tanto, los países deben trabajar juntos para atraer inversión extranjera directa (IED) y mejorar la infraestructura regional”, dijo.