Nota informativa
Destaca participación de la CEPAL en el marco del proyecto ROSE, destacando los principios de pobreza energética e “(in)seguridad energética”. Ecuador, reunión virtual 16-25 de noviembre del 2020.
La Semana de la Energía es un evento que ha venido reuniendo a un importante número de expertos y especialistas de región y el mundo. La CEPAL la ha apoyado desde su inicio junto a OLADE y los países miembros. Este año una serie de participantes y expertos internacionales se dieron cita los días 16 -25 de noviembre de 2020 para dar vida en forma virtual a la quinta versión.
En esta oportunidad la CEPAL en el marco del Observatorio Regional de Energía Renovables (ROSE, por sus siglas en inglés), participó activamente en el panel: Acceso a la Energía, mesa 2: Asequibilidad en el acceso a la energía. El Oficial de Asuntos Económicos Rubén Contreras Lisperguer, presentó las investigaciones que la CEPAL ha venido desarrollando en relación al acceso a la energía en el marco de uno de los ejes del ROSE: Pobreza Energética.
En su exposición el Sr. Contreras Lisperguer, pasó revista a algunos de los trabajos que la CEPAL ha desarrollado en el último tiempo. Para la CEPAL la pobreza siempre ha sido visto como la insuficiencia de los recursos, insatisfacción de necesidades básica, privación de capacidades; en resumen, la negación a la ciudadanía de sus derechos y titularidades. Con todo, es indiscutible que la energía (así, como el agua potable) es una variable esencial en la superación de la pobreza. Sin embargo, cuando esta es inasequible, de poca calidad y contaminante presenta consecuencias adversas que se ven amplificadas en los sectores más pobres y vulnerables.
En esta línea la CEPAL, ha definido la llamada “(in)seguridad energética” …la noción de seguridad como la capacidad de un territorio para garantizar acceso equitativo —en calidad y cantidad— a servicios resilientes que permitan el desarrollo humano y económico sostenible de su población. Lamentablemente, en América Latina aún existen 18 millones personas que no tienen acceso a servicios energéticos (14 países), y para quienes lo tienen en la región el gasto de electricidad en el hogar (cocina y calefacción) en promedio simple puede llegar a 35 % en el quintil (5) más pobre, incluso al 22% del ingreso en el quintil 4. Por otra parte, la vivienda ha habido una gran preocupación por la identificación de hogares precarios, como un factor de pobreza energética, esto se refiere a la privación en materiales de construcción para hacer una vivienda segura, calefaccionada y conectada a servicios de energéticos y el análisis regional demuestra que muchos países (especialmente de Centroamérica) presentan porcentajes sobre el 36%.
Finalmente, el Sr. Contreras Lisperguer expresó que la relación de energía, los hogares y sus condiciones energo-socioeconómicas en la región son un gran desafío para las investigaciones futuras especialmente en relación con las vinculadas a pobreza energética. En ese sentido, la CEPAL ha identificado desafíos y consideraciones en este ámbito, a saber: i). El uso de indicadores e índices está muy extendido en diversas áreas del saber. Sin embargo, algunos conceptos son de naturaleza relativamente intangible pueden hacer más difícil su caracterización y cuantificación, ii). Debe haber conciencia de que existe un limitado suministro de información detallada y precisa para analizar y evaluar la pobreza energética, iii). Un buen indicador puede tener el potencial de influir en el diseño de estrategias políticas, reglamentarias y financieras para abordar la cuestión, iv). Se debe considerar la naturaleza multidimensional de la pobreza energética, y v). Se debe considerar la calidad de los servicios energéticos prestados, su fiabilidad, la noción de asequibilidad, y considerar las diferentes regiones geográficas.
Más arriba podrá consultar la presentación del Sr. Contreras Lisperguer en formato Pdf.