Nota informativa
El estudio “Intensidad de materiales en la transición energética de América Latina: estimaciones sobre la base de un escenario de integración energética de América del Sur” se realizó en el marco del Programa de “Cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos mineros en los países andinos" (MinSus), ejecutado por la CEPAL en conjunto con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) y financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ). En la presente etapa del Programa MinSus, entre otros objetivos, se busca favorecer una gestión más sostenible de la actividad minera en los países andinos a partir de una integración transparente en las cadenas globales de suministro y valor y la incorporación de información y salvaguardas sociales y ambientales en el análisis económico del sector.
El informe analiza y documenta cuantitativamente la intensidad de minerales de las industrias actuales y proyectadas de generación y transmisión eléctrica, particularmente las de energías renovables, según los escenarios de transición energética para los países de América Latina que han sido parte de la simulación llevada a cabo con el programa PLEXOS Integrated Energy Model, en el marco del programa de Complementariedad Energética y Desarrollo Sostenible (ECOSUD) 2018 para la planificación de la expansión óptima de la capacidad instalada del sector eléctrico regional hacia 2032.
Para el 2032, en el escenario base, se requiere aproximadamente una nueva generación de 26 GW (gigawatt) de energía solar fotovoltaica (FV), 50 GW de eólica y 48 GW compuestos de generación hidroeléctrica, termoeléctrica a gas y, en menor grado, geotérmica y biomasa. Este aumento de la capacidad de generación eléctrica demanda de 2.268 toneladas de cobalto, 400 mil toneladas de cobre, 2.538 toneladas de litio y 54.688 toneladas de níquel. En el escenario de energías renovables conectadas (CORE), que aprovecha la complementariedad de los recursos de la región, la instalación de generación solar FV y eólica es de 47 GW y 75 GW, respectivamente. Este aumento de capacidad de ambas tecnologías proyecta una demanda de materiales objetivo de: 2.541 toneladas de cobalto, 611 mil toneladas de cobre, 2.122 toneladas de litio y 53.287 toneladas de níquel. Se observa el beneficio adicional de la complementariedad, reflejada en el escenario CORE por conexión intrarregional, dado que, aunque se aumenta la participación de energías renovables (80% de la generación de fuentes renovables), la demanda de materiales objetivo resulta similar, con la excepción del cobre. Esto se justifica porque los vastos recursos hídricos actuales se complementan mejor con la estacionalidad y ubicación de las fuentes renovables.
El estudio muestra que los minerales tienen un rol fundamental para alcanzar los objetivos y metas globales de mitigación del cambio climático. El éxito de la transición energética baja en carbono dependerá, en gran medida, de la disponibilidad y suministro de minerales, lo que, a su vez, incentivará una mayor actividad extractiva con efectos heterogéneos en la región. América del Sur produce tres de los cuatro minerales estratégicos para la transición energética y la electromovilidad: litio, cobre y níquel. Chile es el primer productor mundial de cobre (40%) y el segundo de litio. Perú y Argentina también tienen una cuota importante en la producción mundial de estos minerales.
Conocer la intensidad de uso de minerales de los procesos de transición energética en la región y el mundo permite dimensionar la importancia estratégica que tiene la actividad minera, la cual, para minimizar los efectos negativos que pueden producirse durante la explotación de los recursos mineros, requiere que estos se gestionen de una manera sostenible. De esta forma, se puede contribuir a una mayor sostenibilidad tanto en lo que respecta al calentamiento global como en lo concerniente a la industria extractiva de minerales.