Comunicado de prensa
Reunión Regional de Alto Nivel de América Latina para la Revisión del Programa de Acción de Viena en favor de los Países en Desarrollo Sin Litoral para el Decenio 2014-2024
Antecedentes
En preparación a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo sin Litoral (PDSL), a realizarse en 2024, la Oficina del Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (UN-OHRLLS), junto con la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de la República del Paraguay organizaron la Reunión Regional de Alto Nivel de América Latina para la Revisión del Programa de Acción de Viena, que tuvo lugar los días 27 y 28 de julio en Asunción, Paraguay.
Adoptado en 2014 por la comunidad internacional, el Programa de Acción de Viena consta de un conjunto de seis áreas prioritarias de intervención (Cuestiones Fundamentales de Política de Tránsito; Desarrollo y Mantenimiento de Infraestructuras; Comercio Internacional y Facilitación del Comercio; Integración y Cooperación Regional, Transformación Económica Estructural, y Medios de Ejecución) que pretenden ser un enfoque holístico de los retos peculiares a los que se enfrentan los PDSL y que, a lo largo de los años, han impedido su transformación económica, así como un crecimiento inclusivo y sostenible.
Al evento asistió el Secretario Ejecutivo Adjunto para Administración y Análisis de Programas de la CEPAL quien destacó la importancia del evento por dos motivos: “En primer lugar, porque durante estos dos días tendremos la oportunidad de realizar un examen amplio de la implementación de las seis áreas prioritarias de intervención del Programa de Acción de Viena en América Latina, compartir experiencias y enfoques innovadores impulsados por los países, y examinar los desafíos que aún persisten. En segundo lugar, porque este ejercicio nos entregará valiosos insumos para contribuir sustantivamente a los preparativos de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo Sin Litoral, a celebrarse el próximo año en Kigali, Ruanda, y en particular para la elaboración de un marco renovado para el próximo Programa de Acción”.
Asimismo, el Sr. García-Buchaca mencionó: “la estrecha colaboración desde 2003 de la CEPAL con la Oficina de la Alta Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (UN-OHRLLS), desde los inicios de esta iniciativa, con el lanzamiento del Programa de Acción de Almaty, y posteriormente a través de la implementación del Programa de Acción de Viena. De hecho, en junio de 2019 la CEPAL acogió en su sede en Santiago de Chile la reunión de examen de mitad de período de la ejecución en América Latina del Programa de Acción de Viena”.
América Latina alberga dos países en desarrollo sin litoral que afrontan una serie de retos de desarrollo únicos, influidos en gran medida por su situación geográfica. Debido a la falta de acceso territorial directo al mar y a su lejanía, estos dos países se encuentran luchando contra las ramificaciones de estar significativamente alejados de los mercados mundiales. Se enfrentan a una serie de obstáculos en la facilitación de comercio, como los elevados costos del transporte en comparación con sus vecinos de tránsito, infraestructuras de transporte inadecuadas, limitaciones de productividad y economías y mercados de exportación poco diversificados.
Esta complejidad se ve exacerbada por los obstáculos logísticos, como los retrasos en las fronteras, los cuellos de botella burocráticos relacionados con los procedimientos aduaneros y las normativas de cruce de fronteras, todos ellos derivados en gran parte por su falta de litoral. Además, los problemas estructurales específicos impiden que estos países en desarrollo sin litoral aprovechen plenamente los beneficios de la inversión, la financiación, la tecnología y los servicios, necesarios para mejorar la capacidad productiva, aumentar los intercambios comerciales y la transformación estructural de sus economías, con el fin de lograr el desarrollo social, cultural y humano, incluido un mayor acceso a los servicios sanitarios, la educación y los datos. Esta situación general suele exigir a los países en desarrollo sin litoral esfuerzos adicionales y diferenciados para estimular su desarrollo, como desgravaciones fiscales adicionales para atraer inversiones y capital externo, lo que repercute en el espacio fiscal y político necesario para alcanzar el desarrollo.
En un panorama mundial cada vez más interconectado, los países en desarrollo sin litoral también han tenido que soportar impactos externos, cada uno de los cuales ha amplificado sus desafíos estructurales inherentes. La pandemia del COVID-19, los efectos del cambio climático y las condiciones geopolíticas y macroeconómicas mundiales imperantes son ejemplos de esas conmociones externas adversas. Estos factores de estrés adicionales han puesto de relieve la importancia de reforzar el apoyo y facilitar colaboraciones significativas para garantizar que dichos países puedan superar sus desafíos únicos y entrar en la senda del desarrollo sostenible.
El Secretario Ejecutivo Adjunto concluyó afirmando que “si bien es importante reconocer los avances logrados por Bolivia y el Paraguay durante el período de implementación del Programa de Acción de Viena, éstos son aún insuficientes para cumplir las metas propuestas, y enfrentar los desafíos pendientes como resultado de su condición de países sin litoral, en particular los elevados costos y demoras en su comercio exterior. Estos desafíos y las acciones para afrontarlos deben ir de la mano con la implementación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De ahí el eco en estas latitudes de los llamados realizados durante la reciente reunión del Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible finalizado en NY la semana pasada, donde tuve la oportunidad de participar, para rescatar la Agenda 2030, pasar de la retórica del discurso a la acción, y renovar la esperanza para alcanzar un futuro productivo, inclusivo y sostenible”.
A medida que el período de implementación del actual Programa de Acción de Viena llega a su fin, la reunión de revisión regional proporcionó una oportunidad única para hacer un balance, impulsar la atención política e identificar acciones para acelerar el desarrollo sostenible de los países en desarrollo sin litoral, para garantizar que no se queden atrás.
Finalmente y tal como lo destacó el Secretario Ejecutivo Adjunto, las acciones que se emprendan a partir de ahora deben ser transformadoras, enfocarse en transiciones clave para gatillar la aceleración y garantizar esquemas de cooperación multiactor, multinivel, en coordinación con los países de tránsito y en sinergia con los marcos de cooperación de las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible.