Nota informativa
(1 de septiembre, 2004) La búsqueda permanente de un camino latinoamericano propio es el principal legado de Raúl Prebisch, sostuvo Rubens Ricupero, Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), al dictar la conferencia magistral titulada "La actualidad de Prebisch: Por un comercio internacional al servicio del desarrollo", con ocasión de la Cuarta Cátedra Raúl Prebisch, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Su necesidad es hoy evidente, añadió.
Ricupero destacó la relevancia de desarrollar la capacidad para adaptar críticamente las teorías y terapias importadas. Según él, "la visión de Prebisch conserva su carácter contemporáneo" en cuanto al dualismo centro-periferia, a la importancia central del progreso técnico, al nexo entre comercio exterior y desarrollo, la inversión extranjera, la sustitución de importaciones, la interdependencia, los precios de las materias primas.
El Secretario General de la UNCTAD se refirió a los cambios estructurales acaecidos en el sistema mundial de comercio desde la época en que Prebisch tuviera su gran sueño sobre el progreso tecnológico. Éste, pensaba, se expandiría al resto de la economía en los países latinoamericanos mediante la industrialización. "Ahora el fenómeno del aumento de las exportaciones de manufacturas se ha concentrado en Asia, particularmente en China", señaló.
Aclaró que, a su juicio, ya no basta con producir manufacturas, ni siquiera aquellas de alto contenido tecnológico. Lo que importa, explicó, es el índice de valor agregado y las manufacturas de los productos de exportación, debido a la existencia de enclaves con pocos vínculos con las economías nacionales tras la internacionalización de las cadenas de producción.
Ricupero destacó la relevancia actual del sector servicios como motor del crecimiento de los países: "En América Latina nos faltó siempre y nos sigue faltando despertar al potencial del sector servicios, hablamos demasiado de manufacturas. India es un país que sí lo hizo y ahora exporta 15 mil millones de dólares al año por este concepto". Otro dominio nuevo al cual se debe prestar atención es el de las compras gubernamentales.
Propuso también poner más atención a la transformación productiva con equidad en las economías nacionales: "Aún no logramos ni la transformación productiva ni la equidad. Avanzamos algo, pero no suficiente. Por eso ahora se aprecia una tendencia a volver a la especialización en productos que dependen de los recursos naturales en América Latina", dijo.
Por otro lado, señaló con preocupación la multiplicación de acuerdos bilaterales de comercio, que a su juicio casi siempre ignoran las diferencias en niveles de desarrollo e imponen un grado de reciprocidad inadecuado para los países en desarrollo. Instó a defender un sistema multilateral de comercio que elimine normas discriminatorias.
Respecto al año 2004 indicó que el comercio mundial crecerá a una tasa elevada, cercana al 7% y las estimaciones para el próximo año son optimistas. Pero apuntó a la existencia de una paradoja: la casi paralización de las negociaciones multilaterales al interior de la Organización Mundial de Comercio, tras el fracaso en Cancún a fines del 2003. "La tendencia natural sería hacia la facilitación de comercio, pero esto no se ha dado", lo que cree se debería a razones políticas.
Las negociaciones de la ronda internacional de comercio se destrabaron a fines de julio en Ginebra en lo que para Rubens Ricupero es un acuerdo "construido sobre ambigüedades creativas", cuya importancia radica en haber evitado la muerte de la Ronda de Doha, pero cuyo contenido es "minimalista". En todo caso, se manifestó optimista sobre la factibilidad de lograr avances graduales, que tendrán efectos moderadamente positivos en un horizonte no muy lejano, posiblemente en 2006.
El escenario mundial cambió el 2001 y ahora prevalece una actitud de economía de guerra orientada a la seguridad frente al terrorismo, que está afectando el proceso de globalización. "Vivimos un período de movilización permanente donde un conflicto no lleva a la paz sino que a otro conflicto, con una gran movilización de recursos financieros", dijo. Añadió que en la anterior fase de globalización, las fronteras se volvían cada vez más irrelevantes, pero "si la preocupación obsesiva con la seguridad dura mucho tiempo, los obstáculos se multiplicarán", generando inestabilidad en el mercado del petróleo y afectando el ánimo de los inversionistas.
En cuanto a América Latina, dadas las grandes disparidades que persisten en la distribución del ingreso, el análisis sobre la realidad regional efectuado por Prebisch aún perdura, señaló Rubens Ricupero. Citó estudios de la CEPAL para recordar que en 2003 había 20 millones más de latinoamericanos pobres que en 1997, que la tasa de desempleo llegó a 10,7% y que la pobreza afecta al 44% de la población.
Sin embargo, se manifestó confiado en que las buenas perspectivas para el crecimiento de 2004 mejoren algo estas duras condiciones y reconoció que hay "excepciones esperanzadoras de países que han logrado reducir significativamente la pobreza y que crecen gracias a sólidas políticas macroeconómicas, como es, entre otros, el caso de Chile".
José Luis Machinea, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, presentó al Secretario General de la UNCTAD, destacando que en septiembre dejará su cargo tras haber "generado una nueva dinámica, habiendo dado un gran impulso y vitalidad" a la organización. Refiriéndose a Raúl Prebisch, enumeró tres de sus rasgos que mantienen su actualidad: la actitud crítica de las interpretaciones convencionales, la capacidad de crear ideas fuerza y la lucha por las utopías.
Rubens Ricupero asumió como quinto Secretario General de ese órgano de Naciones Unidas en septiembre de 1995. Con anterioridad desarrolló una prolongada carrera como diplomático y Ministro de Estado en Brasil.
La Cátedra Raúl Prebisch se creó en 2001, al celebrarse el centenario del natalicio del economista argentino que fuera Secretario Ejecutivo de la CEPAL (1950 a 1963) y contribuyera al nacimiento de la UNCTAD, de la cual fue su primer Secretario General (1964 a 1969).