Nota informativa
Profundizar la integración regional debe ser un componente esencial de cualquier estrategia de salida a la crisis producida por la enfermedad del coronavirus (COVID-19) para avanzar hacia un comercio más sostenible y resiliente. Esto implica reforzar nuestros propios encadenamientos productivos y promover el comercio intrarregional, afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La alta funcionaria de las Naciones Unidas intervino en la LVI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común del MERCOSUR, en la que participaron los Ministros de Relaciones Exteriores de los cuatro países que componen el bloque: Antonio Rivas, del Paraguay, en su calidad de Presidente Pro Témpore del MERCOSUR; Felipe Solá de Argentina, Ernesto Araujo de Brasil, y Ernesto Talvi de Uruguay. Intervinieron también los cancilleres, vicecancilleres y altas autoridades de los Estados Asociados del bloque e invitados especiales.
Durante su intervención, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL recordó que América Latina y el Caribe es hoy el epicentro de la pandemia del COVID-19 y enfrenta simultáneamente una crisis sanitaria, alimentaria, económica y social de enormes proporciones que los esfuerzos nacionales no podrán resolver por sí solos.
Frente a una crisis de esta magnitud la cooperación internacional y en particular la regional es un imperativo, subrayó.
Alicia Bárcena añadió que el mundo post COVID-19 será un mundo regionalizado y que el resultado neto no será una reversión de la globalización, pero sí una economía mundial más regionalizada, con cadenas de valor más cortas organizadas en torno a tres grandes polos productivos: América del Norte, Europa y Asia Oriental.
Destacó que en un contexto en que la institucionalidad multilateral está debilitada y el resto del mundo avanza hacia una mayor regionalización de la producción, América Latina y el Caribe no se puede quedar atrás. Por ello, la profundización de la integración regional debe estar en el centro de cualquier estrategia para salir de la crisis. Esto implica reforzar nuestros propios encadenamientos productivos y promover el comercio intrarregional, que es más intensivo en manufacturas, expresó.
La máxima representante de la CEPAL advirtió que desde hace una década se observa una preocupante pérdida de peso del comercio intra-MERCOSUR. En 2019, precisó, éste representó apenas el 10,6% de las exportaciones totales del bloque, el registro más bajo de su historia. Previo a la crisis, las exportaciones y las importaciones del bloque eran del orden del 14% y el 16%, respectivamente, puntualizó.
“Revertir este ‘ahuecamiento’ del MERCOSUR debe ser una tarea prioritaria, porque el comercio intra-bloque contrasta con lo que ocurre en otros sistemas de integración de la región. La Alianza del Pacífico solo destina 3% de su comercio hacia los propios países; en el MERCOSUR, por el contrario, 59% del total de las exportaciones realizadas a América Latina y el Caribe se dirigen hacia el propio bloque y 66% de lo que importa de la región se origina del propio bloque”, afirmó la alta funcionaria.
Añadió que, por su magnitud, el MERCOSUR puede liderar los esfuerzos para avanzar a un mercado más integrado, tendiendo puentes hacia la Alianza del Pacífico, el Mercado Común Centroamericano y el CARICOM.
Alicia Bárcena subrayó que en el mundo tan complejo que se avecina debemos pensar con una lógica regional y potenciar la escala que ofrece un espacio económico de 650 millones de habitantes, romper con la tendencia a la primarización de nuestras economías y generar mayores capacidades productivas para crear un patrón de desarrollo más sostenible en línea con la Agenda 2030.
En este escenario de menor cooperación multilateral, añadió, la concertación regional es indispensable para generar una interlocución más simétrica con los principales actores de la economía mundial sobre todo en temas comerciales, de sostenibilidad de la deuda, de financiamiento y de provisión de liquidez. Necesitamos derechos especiales de giro que vengan a nuestras economías, subrayó.
“Avanzar hacia la integración de la región reviste una formidable complejidad técnica y política, sin embargo, es un objetivo imprescindible y para su concreción, MERCOSUR es indispensable. Mantener vivo, vigente, activo el proyecto integrador que entraña la construcción de MERCOSUR es hoy más urgente que nunca y da espacio a la evidencia de que juntos somos más fuertes y que los beneficios de la unidad superan con mucho las ventajas cortas de las rutas individuales”, concluyó Alicia Bárcena.