Nota informativa
La 7ª Mesa Redonda de Desarrollo del Caribe (CDR, por sus siglas en inglés) se centró este año en la recuperación y el reposicionamiento, con vistas a encontrar soluciones prácticas y viables para invertir en resiliencia, recuperación económica y crecimiento sostenido. La CDR también recibió información actualizada sobre los progresos realizados para la creación del Fondo de Resiliencia del Caribe (CRF, por sus siglas en inglés).
Convocada por la Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe y auspiciada por el Gobierno de Surinam, la CDR fue inaugurada oficialmente por el Presidente saliente, el Ministro de Asuntos Exteriores de San Vicente y las Granadinas, Keisal Peters. La reunión se celebró en la ciudad de Paramaribo, capital de Surinam.
La Mesa Redonda, dijo el Ministro Peters, fue concebida como un foro para debatir cuestiones críticas que suponen un reto fundamental para el desarrollo en el Caribe, y para explorar soluciones que, en última instancia, apoyarán el crecimiento inclusivo y un mejor nivel de vida para nuestra gente, protegiendo al mismo tiempo nuestro medio ambiente. Al reflexionar sobre el impacto de la pandemia de COVID-19, el Ministro Peters señaló que esta ha revertido algunos de los logros alcanzados con mucho esfuerzo en el crecimiento de las economías de los países del Caribe, y en la reducción del desempleo y la desigualdad.
"La pandemia golpeó a nuestros principales sectores, en particular el turismo, el comercio y la distribución. Además, la subregión se vio sacudida por catástrofes naturales. La erupción de La Soufrière tuvo un impacto devastador en mi propio país, San Vicente y las Granadinas, mientras que aquí en Surinam y en la vecina Guyana hubo grandes inundaciones, hubo un terremoto en Haití y numerosas tormentas que cruzaron el Caribe", indicó.
La Directora de la Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe, Diane Quarless, subrayó la posición de la CEPAL sobre la necesidad de la diversificación económica en el Caribe, que, según dijo, es parte integral de la recuperación duradera y el desarrollo de la resiliencia. Quarless afirmó que esto requiere inversión en la producción y la industria, y por lo tanto, inversión en las personas. "En la CEPAL llevamos mucho tiempo promoviendo la idea de la planificación a largo plazo y el desarrollo de políticas industriales orientadas a identificar nuevos sectores y actores, y nuevas fuentes de financiación. Esto implica la necesidad de mejorar el entorno empresarial, con una asociación más dinámica entre el gobierno y el sector privado."
La Mesa Redonda reconoció que, aunque las perspectivas de que el Caribe satisfaga adecuadamente sus necesidades de desarrollo se han visto seriamente limitadas, han surgido nuevas oportunidades, tanto internacionales como regionales. Estas pueden proporcionar un apoyo potencial a los esfuerzos de la subregión para encontrar una recuperación sólida, y para ser más resistente, a través de asociaciones globales.
Quarless destacó que la primera área de considerable interés es la creación de instrumentos de financiación innovadores para acceder a la financiación del desarrollo, especialmente en áreas de necesidad como las energías renovables y los seguros de riesgo. "Animamos a todos a que reconozcan nuestros esfuerzos hacia el establecimiento de un Fondo de Resiliencia del Caribe, en respuesta a la necesidad de crear instrumentos que proporcionen financiación a largo plazo y de bajo costo, para así aliviar la carga del servicio de la deuda y las restricciones de liquidez que han estado ahogando la inversión en innovación y resiliencia en los países de renta media fuertemente endeudados de la subregión", dijo.
En la reunión de dos días se estudió la posibilidad de realizar una promoción eficaz, con el fin de aprovechar las fuentes de financiación nacionales y en condiciones favorables, y se estudió cómo se podrían ampliar estos programas para que fueran eficaces.
Se debatieron cinco áreas importantes, en paneles separados. Estos fueron: (1) Vulnerabilidad, deuda y liquidez en el Caribe; (2) Vulnerabilidad en los pequeños países de renta media del Caribe; (3) Necesidades de datos y capacidad estadística del Caribe; (4) Asociación global para el reposicionamiento, la recuperación y la resiliencia en el Caribe; y (5) Reestructuración y diversificación económica para profundizar la integración del Caribe en América Latina y en la economía global.
El primer tema del panel identificó que las cuestiones de la vulnerabilidad, la deuda y la liquidez se encuentran en el centro del desafío del Caribe para abordar el desarrollo sostenible. Se necesita urgentemente una financiación a largo plazo, fácilmente accesible y asequible para invertir en la recuperación, la resiliencia, la transformación económica y el crecimiento. La respuesta propuesta por la CEPAL a esta necesidad es el CRF, que asegurará la disponibilidad de recursos para el Caribe para invertir en iniciativas de adaptación y mitigación. La CEPAL también ha iniciado una serie de operaciones de gestión de la liquidez para hacer frente a los crecientes problemas de deuda y liquidez en determinados países piloto. La mesa redonda proporcionó una actualización sobre estas iniciativas y su papel en el tratamiento de las deficiencias críticas de recursos en la subregión.
Otro panel debatió sobre el desafío permanente al que se enfrentan los países del Caribe para acceder a una financiación asequible. Se abordó el hecho de que no se tiene suficientemente en cuenta la incesante exposición de estos países a las crisis exógenas, cuya recuperación tarda invariablemente varios años. Para contrarrestarlo, la subregión reconoce el Índice de Vulnerabilidad Multidimensional, creado por un Grupo de Alto Nivel encargado por el Secretario General, António Guterres.
Otro panel debatió las necesidades de datos y capacidad estadística del Caribe. La producción de datos de calidad de manera oportuna y coherente es un reto para la mayoría de los países del Caribe. Este reto abarca un amplio espectro que incluye la limitada capacidad técnica autóctona, la escasez de conocimientos estadísticos, la elevada rotación de personal y la insuficiente financiación de las oficinas nacionales de estadística. El panel observó que la escasez de estadísticas oficiales en la subregión ha dificultado inevitablemente la eficacia de los mecanismos de seguimiento y medición de los avances en la consecución de las prioridades nacionales de desarrollo. Un ejemplo de esto es el historial del Caribe en la presentación de informes sobre los ODS, que hasta ahora ha reflejado una cruda realidad de la importante brecha de datos. Los panelistas exploraron sus propias experiencias en el ecosistema estadístico del Caribe y propusieron opciones para fortalecer la capacidad estadística de la subregión.
La Mesa Redonda, como plataforma para afirmar la importancia de la solidaridad y la asociación mundial para apoyar y hacer avanzar las aspiraciones de desarrollo del Caribe, fue el centro de otro panel. Los debates giraron en torno a la necesidad de aumentar la competitividad, avanzar en la capacidad tecnológica en un mundo más digitalizado y asegurar el bienestar de todos. Se señaló que, ahora más que nunca, es necesaria una fuerte cooperación internacional para garantizar que los países tengan los medios necesarios para recuperarse de los persistentes impactos pandémicos y climáticos, al tiempo que asumen las pesadas obligaciones de la deuda y del servicio de la misma.
El último panel señaló que las oportunidades de asociación mundial deberán complementarse con iniciativas nacionales e intrarregionales, si la subregión quiere beneficiarse plenamente de las circunstancias cambiantes. En este sentido, el panel examinó las estrategias destinadas a promover la reestructuración y la diversificación económicas, que son fundamentales para hacer frente a los choques externos negativos. Se prestó especial atención al fortalecimiento de sectores como el turismo y la agricultura, teniendo en cuenta la necesidad de integrar a los jóvenes y a las mujeres en las estrategias de transformación económica.
En la clausura de la reunión, la Ministra Peters expresó su apoyo al CRF propuesto por la CEPAL, ya que lo describió como una herramienta para apalancar la financiación a largo plazo y asequible para hacer frente a los desafíos de la vulnerabilidad climática y la liquidez limitada. "Me han gustado especialmente las propuestas de reestructuración de la deuda y de mejora de la liquidez, que serán bien recibidas por los gobiernos con problemas de liquidez. La importancia y el valor del seguro paramétrico proporcionado a través del CCRIF SPC para ofrecer una cobertura más óptima de los riesgos climáticos fue también una parte muy bienvenida de nuestro diálogo. Tomamos nota de que el CCRIF está innovando en la oferta de nuevos productos, incluido su plan de microseguros para pequeños agricultores y pescadores para la respuesta a impactos".
Entre los participantes en la CDR se encontraban pensadores y profesionales del desarrollo regional e internacional, líderes y responsables políticos de alto nivel de los Estados miembros de la CEPAL y de los países miembros asociados, representantes del sistema de las Naciones Unidas, de instituciones financieras regionales e internacionales, del mundo académico y de la sociedad civil, incluido el sector privado, así como otros socios del desarrollo.