Comunicado de prensa
Un informe conjunto fue elaborado y publicado hoy por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Grupo Banco Mundial, en alianza con diversas entidades del Sistema de las Naciones Unidas en Brasil, con recomendaciones estratégicas para la recuperación resiliente de las zonas afectadas por las inundaciones que azotaron Rio Grande do Sul en abril y mayo de este año. El documento también incluye una evaluación técnica de los daños y pérdidas causados por las inundaciones.
El informe fue elaborado por un equipo técnico formado por más de 40 profesionales, muchos de ellos in locu para recopilar datos, combinados con imágenes captadas por satélites y otros materiales para componer un panorama independiente y sólido de 13 sectores (educación, salud, cultura, vivienda, población afectada, agua potable, transporte, sector eléctrico, agricultura, alojamiento y restauración, comercio, ganadería, industria y medio ambiente). El estudio se presenta a Brasil y al pueblo de Rio Grande do Sul como una contribución libre de cualquier compensación financiera.
El informe presenta una serie de recomendaciones centradas en la reconstrucción resiliente para aplicar a corto plazo (de 6 a 12 meses) y otra con recomendaciones estratégicas a medio plazo. Las principales recomendaciones incluyen la reconstrucción de estructuras para mejorar la resiliencia a las inundaciones (diques con una altura consistente y un sistema de bombeo), la protección de la población ubicada en zonas de riesgo, la mejora de los sistemas de alerta temprana, la actualización de los planes directores y la formalización de un organismo técnico-científico para identificar los riesgos, entre otras. El documento también enfatiza la importancia de que la reconstrucción se guíe por los conceptos de resiliencia y adaptación climática, además de recomendar una mayor integración entre los diferentes niveles de gobierno y las universidades para obtener información oportuna y generar respuestas rápidas.
Elaborado con base en una metodología internacionalmente reconocida para la Evaluación de Daños y Pérdidas (DaLA por sus siglas en inglés) de desastres, desarrollada por la CEPAL, el estudio estima los efectos de las inundaciones en Rio Grande do Sul en 2024 en R$ 88,9 mil millones de reales, de los cuales 69% (R$ 61 mil millones de reales) corresponden al sector productivo, 21% a sectores sociales (R$ 19 mil millones de reales); 8% a infraestructura (R$ 7 mil millones de reales); y 1,8% al medio ambiente (R$ 1,6 mil millones de reales).
Al mismo tiempo, el documento destaca la reacción crucial y oportuna de las autoridades públicas para contener los impactos económicos de las inundaciones. Según el estudio, la transferencia de recursos a las familias y empresas afectadas, así como la rapidez con la que los gobiernos llevaron a cabo las labores de recuperación, evitaron un impacto negativo equivalente a 1,1 puntos porcentuales del PIB estadual, permitiendo que el crecimiento del año fuera del 4,7%.
El informe fue elaborado por un equipo multidisciplinar formado por expertos de las tres instituciones y de diversas entidades del Sistema de las Naciones Unidas, que trabajaron en estrecha colaboración con las autoridades federales, estatales y municipales para recopilar datos y evaluar los impactos. Una misión internacional estuvo en Rio Grande do Sul en junio para realizar entrevistas y análisis de campo que se sumaron a materiales como imágenes de satélite para los cálculos.
“Con este trabajo conjunto, sentamos las bases para una reconstrucción del Estado estratégicamente planificada y resiliente. El BID está disponible para ayudar a implementar las recomendaciones del estudio. El BID ha puesto R$ 5,5 mil millones de reales a disposición del RS, de los cuales R$ 1,5 mil millones se pusieron a disposición en los seis meses posteriores a las inundaciones. Estamos trabajando con las autoridades federales y estatales para ampliar nuestro apoyo a medio y largo plazo con medidas de alto impacto como la reconstrucción de escuelas y centros de salud y el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas”, dijo Ilan Goldfajn, Presidente del BID.
Johannes Zutt, director del Banco Mundial para Brasil, señaló que “el informe revela que los daños visibles de las inundaciones son sólo la mitad del impacto económico. La otra mitad incluye las pérdidas sufridas por las pequeñas empresas, las comunidades agrícolas y las industrias, lo que provoca efectos en cascada que tomarán años recuperarse. Sin un plan de recuperación coordinado, aumentarán las desigualdades sociales en el estado. El Grupo Banco Mundial apoya los esfuerzos locales para aumentar la resiliencia ante los desastres climáticos, financiando proyectos de infraestructuras y drenaje en ciudades de Rio Grande do Sul y el sur de Brasil, apoyando el ecosistema de pequeñas y medianas empresas afectadas, incluida Porto Alegre, y también en asociación con el Banco Regional de Desarrollo del Extremo Sur (BRDE)”.
“Este informe, basado en la metodología DaLA desarrollada por la CEPAL y aplicada a más de una centena de desastres en 28 países de América Latina y el Caribe, es un hito esencial para el plan de reconstrucción, ofreciendo a la sociedad una visión clara del impacto del desastre en diferentes sectores. Más que eso, refuerza la importancia de estimar los daños y las pérdidas como primer paso en la gestión del riesgo de desastres, una práctica en línea con el nuevo Plan Nacional de Protección Civil y Defensa de Brasil, así como con el Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos y Desastres”, dijo José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL”.
Recomendaciones para una estructura resiliente
A corto plazo, el informe recomienda, entre otras acciones:
- Priorizar la reconstrucción de estructuras que integren medidas para mejorar la resiliencia a las inundaciones, por ejemplo, diques con una altura consistente y un sistema de bombeo, especialmente con miras a la temporada de lluvias de 2025
- Proyecto y construcción de obras de control de inundaciones para proteger a la población ubicada en zonas de riesgo mitigable
- Mejorar los sistemas de alerta temprana y gestión de emergencias
- Diseñar acciones de reconstrucción que también maximicen la creación de empleo, especialmente para las poblaciones más vulnerables
- Definir las regiones en las que no deben volver a construirse viviendas.
- Formalizar un organismo técnico-científico estatal para identificar los riesgos de catástrofe.
Las recomendaciones a medio plazo incluyen:
- Mantener la gestión de riesgos como una política pública de largo plazo y formalizar una instancia técnico-científica para la identificación de riesgos
- Fortalecer la coordinación entre organismos de diferentes ámbitos de gobierno y diferentes municipios con especial atención a la gestión de riesgos
- Actualizar los “planos directores” municipales incluyendo la modelización climática y considerando la posibilidad de que las infraestructuras se vean sobrecargadas en caso de inundación
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Acerca del BID:
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene como objetivo mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Establecido en 1959, el BID trabaja con el sector público de la región para elaborar y ofrecer soluciones innovadoras y de alto impacto para el desarrollo sostenible e inclusivo. A través de la financiación, la experiencia técnica y el conocimiento, promueve el crecimiento y el bienestar en 26 países. Visite nuestro sitio web:
Acerca de la CEPAL:
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, creada para contribuir al desarrollo económico de América Latina y fortalecer las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Visite nuestro sitio web:
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El Grupo Banco Mundial tiene una visión audaz: crear un mundo libre de pobreza en un planeta habitable. En más de 100 países, el Grupo Banco Mundial proporciona financiación, consultoría y soluciones innovadoras que mejoran la vida de las personas mediante la creación de empleo, el fortalecimiento del crecimiento económico y la resolución de los problemas más acuciantes del desarrollo mundial. El Grupo del Banco Mundial es una de las mayores fuentes de financiación y experiencia para los países en desarrollo. Está formado por el Banco Mundial, incluidos el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarollo (BIRD) y la Asociación Internacional de Desarollo (AID); la Corporación Financiera Internacional (IFCI); la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA); y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (ICSID). Para más información, visite: