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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó hoy su informe anual Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2016, en el que resalta la importancia de una respuesta proactiva de la región a las tensiones de la globalización y la creciente incertidumbre en el escenario económico mundial.
La combinación de un persistente sesgo recesivo y el proteccionismo ha llevado a una coyuntura especialmente difícil para las economías de la región, que deberán rediscutir su patrón de inserción internacional, el que desde hace años se ha transformado en una restricción estructural al crecimiento de largo plazo, con el riesgo de un retroceso que haga perder los logros sociales de la década previa, señala el informe.
Este debate es particularmente relevante en un momento en el que es manifiesta la ineficacia de la gobernanza global para enfrentar los persistentes desequilibrios comerciales, financieros y regulatorios que ya afectan fuertemente a los países desarrollados y comienzan a impactar a la región, indica el organismo regional de las Naciones Unidas.
“Debemos diversificar la estructura productiva de América Latina y el Caribe para impulsar la recuperación económica. Hay que seguir apostando a la diversificación, a las cadenas de valor, a las cadenas productivas como fundamento y a la integración intrarregional, que hoy son más necesarias que nunca”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL en Santiago, Chile, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el documento.
Las nuevas estimaciones del informe de la CEPAL resaltan que la dinámica del comercio exterior de América Latina y el Caribe tiene el peor desempeño en ocho décadas. En 2016, el valor de las exportaciones de la región caerá por cuarto año consecutivo y se contraerá 5% debido al menor dinamismo de la demanda mundial por sus productos y la creciente incertidumbre. De todos modos, esta caída es sustancialmente menor a la de 2015 (-15%). Por su parte, sus importaciones se reducirán en 9,4%, cifra similar a la registrada en 2015 (-10%).
En este contexto, la reducción del comercio intrarregional, estimada en -10%, implica una caída mucho mayor que la de las exportaciones al resto del mundo, tal como ocurrió en el trienio previo, siendo la dinámica especialmente negativa en el comercio entre las economías de América del Sur.
El informe resalta que la participación de la región en las exportaciones mundiales de bienes y servicios se ha estancado en torno al 6% en los últimos 15 años, y ha retrocedido en el caso de los bienes de alta tecnología y los servicios empresariales, financieros y de telecomunicaciones en comparación con Asia en desarrollo, especialmente China.
En el informe, por primera vez la CEPAL presenta proyecciones del comercio exterior regional para el período 2017-2020, las que indican una modesta recuperación: su valor crecerá a una tasa media anual cercana al 3% tanto para las exportaciones (2,9%) como para las importaciones (3,1%).
Para superar las tensiones de la globalización y la difícil coyuntura del comercio de la región, el informe recomienda a los países de la región avanzar en la diversificación y la integración; acelerar el avance en la agenda de facilitación de comercio; impulsar la convergencia entre los bloques de integración; avanzar hacia un mercado regional digital; implementar un programa de infraestructura, e implementar políticas industriales y comerciales consistentes con la revolución tecnológica y un gran impulso ambiental.
El Panorama de la Inserción Internacional 2016 también analiza los efectos potenciales del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), cuya aprobación enfrenta un escenario crecientemente incierto. De materializarse, el mercado que cubriría este megaacuerdo representaría 38% del producto interno bruto (PIB) global y 24% del comercio mundial de bienes.