Nota informativa
Una nueva publicación de las Naciones Unidas refleja que el 20% de los jóvenes del mundo experimentan cada año problemas de salud mental. Los riesgos son especialmente importantes en la transición de la niñez a la edad adulta. El estigma y la vergüenza a menudo agravan el problema y les impiden buscar el apoyo que necesitan. Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Juventud de 2014, las Naciones Unidas quieren ayudar a levantar el velo que mantiene a los jóvenes atrapados en el aislamiento y el silencio.
Los obstáculos pueden ser abrumadores, en particular en los países en que la cuestión de la salud mental se pasa por alto y en los que no se invierte en servicios de salud mental. Con demasiada frecuencia, debido al descuido y al miedo irracional, a las personas con problemas de salud mental se las priva no solo de participar en la elaboración y aplicación de las políticas y los programas de desarrollo, sino incluso de recibir atención básica. Esto hace que sean más vulnerables a la pobreza, la violencia y la exclusión social, y repercute negativamente en la sociedad en su conjunto.
Los jóvenes ya considerados vulnerables, como los jóvenes sin hogar, los acogidos en el sistema de justicia de menores, los huérfanos y los que han sufrido situaciones de conflicto, suelen ser más susceptibles al estigma y a otros obstáculos, lo que los deja aún más a la deriva cuando están más necesitados de apoyo. Recordemos que, con comprensión y asistencia, estos jóvenes pueden prosperar y aportar valiosas contribuciones a nuestro futuro colectivo.
Nos quedan alrededor de 500 días para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Debemos apoyar a todos los jóvenes, especialmente a los vulnerables, para tener éxito en esta histórica campaña.
Es necesario adoptar medidas amplias a todos los niveles para aumentar la concienciación sobre la importancia de dedicar recursos y apoyar a los jóvenes con problemas de salud mental. El fomento de la educación es fundamental para reducir el estigma y modificar la forma en que percibimos la salud mental y hablamos de ella.
La salud mental es nuestro estado de ánimo; son nuestras emociones y nuestro bienestar. Todos debemos cuidar de nuestra salud mental para poder llevar vidas satisfactorias. Debemos comenzar por hablar de la salud mental del mismo modo que hablamos de nuestra salud general.
En este Día Internacional de la Juventud de 2014, propongámonos que los jóvenes con problemas de salud mental puedan aprovechar plenamente su potencial y demostremos que las cuestiones de salud mental nos competen a todos.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas