Anuncio
Celebramos hoy el cumpleaños de Mahatma Gandhi y su resonante legado de no violencia. Gandhi demostró el poder de oponerse a la opresión, la injusticia y el odio de manera pacífica. Su ejemplo ha inspirado a muchas otras personas que hicieron historia, como Martin Luther King Jr., Václav Havel, Rigoberta Menchú Tum y Nelson Mandela. Ellos nos encomendaron a cada uno de nosotros que defendiéramos la dignidad humana, rechazáramos la intolerancia y trabajáramos en pro de un mundo en el que las personas de todas las culturas y creencias convivan unas con otras sobre la base del respeto y la igualdad.
La no violencia no es inerte ni pasiva. Se necesita valor para hacer frente a quienes usan la violencia para imponer su voluntad o sus creencias. Se necesita determinación para oponerse a la injusticia, la discriminación y la brutalidad, y para exigir el respeto de la diversidad y los derechos humanos fundamentales. Se necesita también valor para apartarse del conflicto y adoptar la negociación pacífica. La no violencia necesita líderes, en distintas naciones, y a las comunidades y hogares, que tengan el respaldo de un ejército de personas valientes preparadas para exigir la paz, la libertad y la justicia.
Las Naciones Unidas defienden la solución pacífica de controversias y el fin de todas las formas de violencia, incluso las que están patrocinadas por los Estados o arraigadas en las culturas y las prácticas, como la violencia o la intimidación que deben soportar las mujeres y niñas en todas las regiones del mundo. El fin de esta violencia puede comenzar con cada uno de nosotros, en nuestros hogares, escuelas o lugares de trabajo. La violencia puede ser contagiosa, pero también puede serlo el diálogo pacífico.
Las Naciones Unidas están también centradas en poner fin a la pobreza en una generación. La pobreza es un terreno fértil para la violencia y la delincuencia; es inherentemente violenta para las necesidades y aspiraciones de las personas más vulnerables del mundo. Es por eso que hacemos tal hincapié en cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 y en fijar una nueva agenda para el desarrollo, centrada en la pobreza y guiada por el objetivo del desarrollo sostenible. A medida que aumentan las poblaciones y se intensifican las presiones sobre el planeta, necesitamos ser conscientes también de la violencia que infligimos al mundo natural.
Al poner la mira en un futuro sostenible, debemos guiarnos por el imperativo de no causar daños a las personas ni al planeta. En este Día Internacional de la No Violencia, insto a la ciudadanía mundial en todas partes a inspirarse en la valentía de personas como Mahatma Gandhi. Den la espalda a la división y al odio; defiendan lo que es correcto y justo. Colaboren con los demás hombres y mujeres para alcanzar un mundo donde reinen la justicia, la paz y la prosperidad duraderas para todos.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas