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Segregación residencial en áreas metropolitanas de América Latina: magnitud, características, evolución e implicaciones de política

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Segregación residencial en áreas metropolitanas de América Latina: magnitud, características, evolución e implicaciones de política

Autor institucional: NU. CEPAL. CELADE-Fondo de Población de las Naciones Unidas Descripción física: 72 páginas. Editorial: CEPAL Fecha: octubre 2003 Signatura: LC/L.1997-P ISBN: 9213222734

Descripción

Resumen Pese a la emergente presencia del tema de la segregación residencial socioeconómica en los debates académicos y en las agendas públicas, la evidencia en América Latina y el Caribe sobre su magnitud e intensidad, sus tendencias, sus mecanismos de reproducción y sus consecuencias es escasa, y poco comparable entre países y a través del tiempo. Los cálculos y análisis desarrollados en este documento proporcionan antecedentes sobre tales materias. En este trabajo se ratifica la existencia de la segregación residencial socio-económica, aunque se advierten diferencias entre ciudades. Se encuentra un patrón de concentración territorial de los grupos de altos ingresos en zonas integradas y bien conectadas con la ciudad, mientras que los de menores ingresos tienden a distribuirse a través de la periferia metropolitana. La migración intrametropolitana es selectiva y coadyuva a la segregación residencial socioeconómica, aunque esto podría estar cambiando en algunas ciudades donde la ampliación de la infraestructura ha facilitado la reubicación de grupos de la elite. La segregación residencial socioeconómica favorece la reproducción de las desigualdades socioeconómicas y dificulta los esfuerzos descentralizadores y de gobernabilidad metropolitana. Hay pocas intervenciones sobre esta segregación en la región. La experiencia internacional permite ilustrar algunas alternativas y reconocer la existencia de fuerzas globales que originan la segmentación socioeconómica del espacio metropolitano. Los gestores de las políticas oficiales de vivienda y de construcción de infraestructura no han dado importancia a sus potentes efectos segregadores, lo que debiera modificarse como primer paso para que se actúe coherentemente frente a dicha segregación.