Descripción
En Guatemala, la desigualdad étnica comenzó con la invasión española, y desde entonces el país fue evolucionando hasta llegar a estar controlado por una clase no indígena de tradición occidental quedando, así, la sociedad compuesta por diversos grupos étnicos, con una población indígena unida por un sentido comunitario cohesivo y definida por una etnicidad común basada en su proveniencia aborigen.
La desigualdad entre estos dos sectores está caracterizada por el hecho de que la población indígena presenta un crecimiento vegetativo mayor, pero tiene un nivel inferior o deficiente en prácticamente cualquier parámetro de adaptación física, bienestar, oportunidades económicas y participación política y social.
La revolución de 1944 terminó formalmente con la era liberal de trabajo forzado y de desigualdad promovida por el Estado, pero el avance hacia una relativa igualdad ha sido frenado por un Estado que está fundamentalmente en manos de no indígenas para los cuales la igualdad significa la asimilación de los indígenas a la sociedad nacional. En contraste, los indígenas abogan por un Estado multiétnico en el cual la igualdad signifique paridad política y económica entre sectores de la población que desean conservar sus diferencias étnicas.