Descripción
La estrategia de utilizar metas con indicadores medibles y verificables tiene la ventaja de permitir un riguroso seguimiento a los avances en su cumplimiento, para lo cual los gobiernos se comprometieron a preparar informes periódicos. Con el propósito de sumarse a tal esfuerzo, el presente trabajo constituye una contribución al análisis del grado en que en Colombia las mujeres se benefician equitativamente a medida en que se progresa en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio - ODM. La división sexual del trabajo, las relaciones de poder, las normas socioculturales y los prejuicios se interponen entre las capacidades de las mujeres y sus oportunidades reales. Así, la desigualdad en el punto de partida socava las oportunidades de las mujeres. Pero además, los patrones socioculturales de género se interponen entre las oportunidades y los resultados. La incorporación de las mujeres al mercado de trabajo constituye una flexibilización de los patrones socioculturales tradicionales que les abre a las mujeres nuevas oportunidades. Pero esas nuevas oportunidades no se traducen tampoco en igualdad de resultados. Los objetivos y las metas ya estaban en los Planes de Acción de los acuerdos de la década de los años noventa, los cuales fueron elaborados y aprobados por los países en el transcurso de 10 años de conferencias internacionales, sobre derechos de la niñez y la adolescencia, desarrollo sostenible, derechos humanos, derechos de las mujeres, población y desarrollo y desarrollo social. La brecha entre los compromisos y la realidad no obedece a limitaciones técnicas, lo que se requiere actualmente es verdadera voluntad política, en la forma de decisiones prioritarias y recursos financieros. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio no pretenden ser un programa exhaustivo y comprehensivo para el desarrollo humano. La visión programática y global está contenida y acordada en los Planes de Acción de las conferencias por lo que éstos constituyen una referencia indispensable porque establecen el marco de actuación. Las mujeres no sólo experimentan un sinfín de carencias y privaciones materiales sino que, las normas sociales y culturales de género restringen profundamente sus opciones. Además de las carencias materiales, las mujeres viven una intensa impotencia impuesta por patrones socioculturales que limitan su libertad y autonomía. Un mayor desarrollo humano para las mujeres implica más libertad y autonomía para ampliar sus opciones disponibles. El contexto de conflicto político y militar colombiano, añade dificultades y complejidades al cumplimiento de los ODM. La violencia impone limitaciones a la libertad y movimiento de las personas, amenaza permanentemente su integridad física y restringe las posibilidades de acción de la política pública.