Descripción
La ciudad es una matriz física y simbólica de la modernidad de nuestras sociedades y es en ella donde más se evidencian las tensiones y contradicciones del desarrollo urbano no-sostenible en nuestra región (concentración de la riqueza y de los vínculos con la globalización económica, severas inequidades y exclusiones sociales, contaminación, consumo energético irracional, pobreza urbana, entre muchos otros);.
Sin lugar a dudas, si se pasara revista a los avances, retrocesos, pasivos y capitales actuales a nivel regional en el campo del desarrollo sostenible de las ciudades, veremos que ha habido avances en la región: en particular, en introducir criterios asociados a estas tres dimensiones claves del desarrollo -social, ambiental y económico- en las políticas, programas y proyectos que afectan la urbe. Como también en reconocer políticas, programas y proyectos en las distintas escalas del desarrollo: local, subnacional, nacional, regional y global.
Sin embargo, podemos predecir que encontraremos que no ha habido avances significativos en influir en el tipo de desarrollo en que se observa en nuestras ciudades sea más sostenible.
¿Por qué? Sugerimos que existen ciertas condiciones -o factores- que sistemáticamente fallan en el desarrollo e implementación de políticas que apuntan a esta meta. Uno de estos factores se refiere a la gobernabilidad del sistema, entendiendo ésta como las características de las relaciones entre actores (incluyendo cómo es la gestión urbana y la voluntad política);, y las reglas formales e informales del sistema. Este último incorpora el marco institucional y normativo que gobierna la política.
El otro factor se refiere a la escasez del desarrollo de mecanismos de financiamiento que fortalecen un modelo de desarrollo sostenible urbano. Este trabajo discute las dimensiones sociales, ambientales y económicas del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos en la región, enfocando en las actuales limitaciones y oportunidades en este campo, como también en el progreso regional en términos de reformas de políticas, implementación de programas y el desarrollo de proyectos. Se revisa el estado de la urbe en nuestra región desde la perspectiva del desarrollo sostenible, destacando los avances, retrocesos, pasivos y capitales actuales a nivel regional en este campo, para finalizar en una reflexión sobre los puntos críticos a fortalecerse para diseñar e implementar políticas que apuntan a este fin.
En cuanto a las conceptualizaciones y definiciones de desarrollo sostenible, y el desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, y cuáles y en qué medida inciden las políticas sobre las modalidades y las dinámicas del desarrollo urbano hay muchos puntos de vista y opiniones. Son las que buscan medir o cuantificar índices o coeficientes de la sostenibilidad urbana (Índice de Bienestar Económico Sostenible, la Huella Ecológica, Flujos de Carbono y flujos de materiales, Environmental Sustainability Index, ONU CDS: indicadores de desempeño, entre otros);, como también aquellos que significan el concepto como una experiencia y buscan observar / medir las percepciones de cambio o ideologías (encuestas de percepciones; la ecología profunda; 'Smart Growth'; Sustainable Urban Livelihoods, entre otros); . Dentro de las comunidades académicas y de definición de políticas, existen profundas divergencias sobre qué es el "desarrollo urbano sostenible" y sobre qué hacer para obtenerlo.
No obstante lo anterior, en el concepto de "desarrollo sostenible urbano" han entrado a formar parte estable tres dimensiones fundamentales: ambiental, social y económica, y también espacial desde la escala local a la global. Sin lugar a duda, el elemento central de la sostenibilidad es haber reconocido que los costos ambientales de la urbanización no pueden ser transferidos a las generaciones futuras. Se trata del principio "de la equidad intergeneracional", del hecho que es necesario garantizar a las generaciones futuras una cantidad de bienes al menos iguales a los que disponemos hoy (capital natural constante);.
La urgencia en adoptar políticas de desarrollo urbano sostenible se impuso en la región , en el cuadro de la fuerte urbanización registrada por todos los países, y las tensiones que ésta ha presentado en la urbe. A esto se ha agregado nuevos problemas a escala global, en particular, el impacto que la urbanización puede tener sobre el calentamiento global, sobre la contaminación transfronteriza, la reducción de la capa de ozono y el consumo de los recursos. En la actualidad se plantea con mayor fuerza que la erradicación de la pobreza, el cambio de los patrones de consumo y producción, la protección de los recursos naturales, como objetivos globales y requerimientos esenciales para el desarrollo sostenible. La aplicación de estos tipos de criterios a la planificación y gestión urbanas, y su integración a las políticas de desarrollo de las ciudades, en general, no se han materializado en la región.