Descripción
El presente trabajo analiza el proceso de ajuste del mercado laboral en Perú, en 1990-2004, en la perspectiva de su contribución a la mejora de la competitividad. Para ello, toma en cuenta el deterioro registrado por la productividad total en 1970-90, que limita la competitividad cuando la economía se abre a principios de los 90, y en general los shocks que anteceden y acompañan ese proceso. Analiza también la evolución de los costos laborales, los ingresos laborales y la seguridad social. El tema del creciente deterioro del mercado laboral - reflejado en la mayor informalidad y precariedad - es también objeto de análisis.
La conclusión principal es que el deterioro del mercado de trabajo, no proviene de la apertura económica, si no de la manera en que la misma se implementa y de los shocks financieros recibidos en ese proceso. En particular, se destaca que en los primeros doce años, Perú no consigue establecer una estrategia comprensiva y sistémica de competitividad, que le permita superar el atraso productivo y la creciente competitividad externa, lo que coloca todo el peso del ajuste a competitividad externa sobre la flexibilidad del mercado laboral y la reducción de los costos laborales.
El trabajo plantea además propuestas para un enfoque más comprensivo de competitividad, con énfasis en las políticas accesibles para Perú, para el aumento de la productividad total a nivel micro-económico - que es donde el país registra el mayor atraso comparativo - y en las políticas que pueden contribuir al proceso de ignición del aumento de la productividad en las empresas. Las políticas hacia el
mercado laboral juegan un rol crucial en este enfoque, son analizadas en esta nueva perspectiva y se plantea un conjunto de cambios en la orientación actual, sincrónicos con la visión de una estrategia de competitividad más comprensiva.
La conclusión principal del documento es que las políticas hacia el mercado laboral son muy diferentes, en orientación e intensidad, según sean parte de una estrategia comprensiva de aumento sostenible de la productividad total y su ignición, o deban enfrentar en forma aislada el ajuste a competitividad externa. La segunda opción fue implementada en Perú en 1990-2002, y se aprecia ya su agotamiento parcial. La primera opción, ha sido iniciada a partir del 2004, en forma más coherente con las experiencias exitosas de competitividad en países emergentes.