Descripción
Este trabajo explora el desempeño económico argentino entre la salida de la primera guerra mundial y los síntomas tempranos de la crisis del treinta, enfatizando las cuestiones que han hecho del período el objeto de explicaciones contrapuestas: el ritmo de crecimiento, el cambio en el patrón productivo, la distribución del ingreso y el rol de la política económica; y buscando una explicación alternativa que integre hipótesis diversas. Durante el lapso comprendido entre 1918 y 1928, la economía argentina creció de manera casi tan vigorosa como en el primer decenio y medio del siglo veinte. A ello no fue ajena una incipiente industrialización, disparada tanto por la guerra como por una reversión de los precios de los bienes que la Argentina exportaba, y luego prolongada a través un cambio estructural, basado tanto en cambios en la demanda como en innovaciones tecnológicas. A su vez, los cambios en el patrón productivo están unidos por naturaleza con la innegable alteración de la distribución funcional del ingreso, de magnitud inédita hasta entonces, y que sólo se repetiría dos décadas después. Determinar cuánto de específico puede haber en estos sucesos exige observar detenidamente el rumbo de la economía mundial, de la que la Argentina devuelve por momentos una imagen de espejo. Al fin, examinar el papel de la política económica, condicionada por las transformaciones irreversibles que se están produciendo en el mundo y en la Argentina, permite arbitrar entre visiones extremas, dando su justo lugar a la virtud y a la fortuna de los gobernantes.