Descripción
La Unión Europea debe afrontar nuevos retos tras su quinta ampliación hacia el este en mayo de 2004. La Política de Cohesión Económica y Social (PCES) es una de las políticas en la que se prevén más reformas. España que ha sido uno de los países más beneficiado por esta política en los últimos programas de actuación se verá afectada negativamente por dichas reformas. En este trabajo analizamos los instrumentos financieros que han contribuido al desarrollo de la PCES, estudiamos la evolución estructural y cuantitativa de los mismos, sus principales logros respecto al modelo de desarrollo regional europeo y la problemática que plantea para España el nuevo sistema de reparto de las ayudas. La reforma de la PCES se aplicará para el período 2007-2013, los nuevos Estados serán los principales beneficiarios del reparto de fondos y las regiones europeas que dejarán de ser consideradas como menos desarrolladas, bien por efecto estadístico o por méritos propios, serán las más perjudicadas. Estas regiones han de seguir desarrollándose con menos ayuda y por lo tanto, tendrán que reforzar los factores que están en la base de la productividad y la competitividad para aprovechar las oportunidades que la ampliación les ofrece a través del mercado interior. En el mercado interior, la mejora de la competitividad aparece como una necesidad para mejorar las cuotas de mercado de estas regiones en la UE con veinticinco Estados miembros desde el 1º de mayo de 2004 (UE25); es por ello que las actuaciones destinadas a la formación de la mano de obra y a la inversión en Investigación y Desarrollo merecen especial interés en la próxima programación (2007-2013). La mejor estrategia consistirá en entender que la PCES ha de ser complementaria a la política del mercado interior y no una política alternativa, pues ambas coinciden en la mejora de la competitividad para el crecimiento y el empleo.