Descripción
Los huracanes Eta y Iota llegaron a Guatemala como depresiones tropicales, y las lluvias, inundaciones y deslizamientos asociados a estos eventos tuvieron un impacto importante en la población, sobre todo en las comunidades más vulnerables de Guatemala. La mayoría de las personas afectadas residen en zonas rurales, se autoidentifican como pertenecientes a pueblos indígenas y viven en niveles de pobreza por ingresos y pobreza multidimensional por debajo de la media nacional. El impacto económico de estos eventos se estima en 0,1 puntos porcentuales del PIB. Estos desastres ocurrieron, además, en el contexto del COVID-19, y todo ello en conjunto tiene graves consecuencias de corto y mediano plazo.
Los desastres son una oportunidad de repensar el desarrollo de los países y esta evaluación es un aporte en esa dirección, con un enfoque de desarrollo centrado en la resiliencia y la inclusión, lo que en un contexto de riesgo creciente de desastres causados por el cambio climático, permitirá acercar a Guatemala a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.