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República Dominicana: orientaciones estratégicas para la competitividad agroempresarial 2011-2030. Fase estratégica 2011-2016. Propuestas para el diálogo agropecuario nacional

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República Dominicana: orientaciones estratégicas para la competitividad agroempresarial 2011-2030. Fase estratégica 2011-2016. Propuestas para el diálogo agropecuario nacional

Autor institucional: NU. CEPAL. Subsede de México-República Dominicana. Junta Agroempresarial Dominicana Descripción física: 100 páginas. Editorial: CEPAL Fecha: Enero 2012 Signatura: LC/MEX/L.1051

Descripción

La República Dominicana tiene un gran potencial para desarrollar cadenas productivas agropecuarias y agroindustriales hacia 2030, con mayor valor agregado y competitividad internacional, con la posibilidad de integrarlas a los mercados globales, nacional y a la demanda del turismo. Esta posibilidad es aún mayor en el creciente contexto internacional de mercados agrícolas. Algunas de estas actividades productivas se encuentran ya en desarrollo, con tecnologías modernas y aprovechando mercados especiales como el de la producción de vegetales bajo ambiente protegido (invernaderos), el de las exportaciones de productos orgánicos, el del abastecimiento del turismo y los de productos étnicos. De igual manera se destaca la producción de frutas tropicales y la de cultivos para usos medicinales y cosmetológicos, así como la acuacultura intensiva en lagos y represas. La producción pecuaria y el aprovechamiento de especies menores representan también oportunidades. En las presentes Orientaciones Estratégica, se resaltan estas potencialidades, los medios para alcanzarlas y los posibles roles de los actores agropecuarios. El sector agropecuario dominicano ha logrado cierto crecimiento y competitividad internacional, en varios productos. También, es el que hace el mayor aporte a la seguridad alimentaria del país y produce valiosos servicios ambientales, que mitigan los efectos del cambio climático. Asimismo, el medio rural emplea a 30% de la población cuyo potencial, internacionalmente reconocido, contribuirá a alcanzar las metas del milenio, en relación con la reducción de la pobreza. Además, los emigrados del medio rural hacia las naciones más desarrolladas envían remesas significativas, principalmente a las zonas rurales. Estos resultados del sector agropecuario se han logrado a pesar de la descapitalización sufrida en los últimos 15 años, en particular la reducción relativa del crédito y el gasto público agropecuario y el descuido evidente en la formación y capitalización de capital físico y humano, lo que ha dañado la productividad y la capacidad de crecimiento. A lo anterior se sumaron los efectos de la crisis alimentaria internacional y de la crisis financiera nacional e internacional, del proteccionismo de países desarrollados y de los crecientes impactos adversos del cambio climático sobre las actividades productivas.