Descripción
Hoy más que nunca, el desarrollo tecnológico se ha convertido en un indicador de éxito y prosperidad. De modo creciente las actividades del hombre están teniendo un impacto adverso sobre sí mismo y sobre el medio ambiente. Los efectos son con frecuencia irreversibles y se extienden más allá de las fronteras nacionales provocando daños globales.
El desarrollo debe tener en cuenta los daños provocados por las decisiones del hombre sobre las generaciones presentes y futuras, y manejar responsable y económicamente los riesgos adicionales de su expansión sostenible. El manejo de estos riesgos se ha convertido en un asunto tan importante como las nuevas oportunidades de desarrollo.
Estimaciones realizadas muestran que para los países desarrollados la magnitud de las externalidades es comparable a los precios actuales de la producción de electricidad y del transporte por carretera (EC, ExternE, 1998);. En los países en desarrollo el asunto reviste especial importancia, ya que a la falta de recursos se agregan impactos medioambientales elevados, tales como baja eficiencia de las instalaciones empleadas y falta de tecnologías de tratamiento de las
emisiones y residuos en general.
Los costos externos o externalidades -también llamados costos ambientales- incluyen aquellos costos y beneficios que resulten de las actividades productivas, de distribución y de consumo pero que no se consideran en los costos privados de estas actividades. Esos costos son soportados
por la sociedad en general, o por individuos que necesariamente no son los usuarios de la producción. Las externalidades están normalmente asociadas con impactos en la salud, medioambientales y estéticos debido a las emisiones a la atmósfera, contaminación de las aguas, deposición de desechos y cambios en los usos de la tierra.