Descripción
Resumen El sector manufacturero del Istmo Centroamericano mostró un importante dinamismo durante la década de los años noventa (4.7%, promedio anual). Las exportaciones manufactureras crecieron a una tasa promedio anual de 30% en el período, tres veces superior a la tasa de crecimiento de las exportaciones totales, y en 2000 llegaron a representar alrededor del 45% del total de exportaciones en la región. La maquila tuvo un papel protagónico en la producción manufacturera en ese período, con una participación de 20% sobre el total. El efecto de la expansión manufacturera sobre el empleo fue inferior al que se hubiera podido esperar, lo cual indica un aumento en la productividad de la mano de obra. Las políticas dirigidas a mejorar el desempeño del sector industrial a lo largo de la década incluyeron un avance en las condiciones de competencia a través del desarrollo de un marco legal e institucional antimonopolio y de defensa del consumidor. También entró en vigor una amplia gama de medidas para incrementar la competitividad, desde la mejora de las condiciones para la entrada de inversión extranjera directa, hasta el respaldo para la conformación de redes y clusters. Asimismo, se mostró un interés renovado en el sector más relegado de la manufactura, el de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME). La capacidad competitiva de la región en el mercado de los Estados Unidos fue importante, sobre todo a principios de la década, pero tendió a deteriorarse al final del período. La coyuntura del año 2000 no fue muy alentadora debido al deterioro de las condiciones internacionales para las exportaciones manufactureras del Istmo Centroamericano. Un aspecto más optimista es la ampliación de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), bajo el nuevo sistema arancelario '807 plus', el cual permite un acceso libre de aranceles y cuotas a las prendas de vestir confeccionadas en la región y elaboradas con tela e hilaza estadounidense.