26-28 Oct 2020 Períodos de sesiones
Reunión virtual, 26 a 28 de octubre 2020
“El desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe está en riesgo. El bienestar solo estará en nuestras manos si lo hacemos a favor de la ecología y el medioambiente. El mercado no percibe realmente los dilemas del medioambiente, lo trata solo como externalidades. La urgencia nos debe llevar a una visión sistémica”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante el lanzamiento el miércoles 28 de octubre del libro La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe.
El libro, presentado durante el trigésimo octavo período de sesiones del organismo regional, es el resultado de una reflexión colectiva a la que invitó la CEPAL en el marco de las discusiones que apoyaron justamente la preparación de esta reunión intergubernamental que tiene lugar cada dos años, la más importante de la Comisión.
“El libro representa un sueño cumplido porque reúne a un grupo de autores latinoamericanos, de pensadores fundacionales del desarrollo sostenible, que han teorizado y profundizado desde hace varias décadas sobre la relación entre desarrollo y medioambiente”, explicó Alicia Bárcena, quien especificó que el texto “no solo habla de los problemas de la región, sino también de las posibilidades de cambiar, de restaurar los ecosistemas, de reforestar, de encontrar soluciones basadas en la naturaleza, de adaptarnos al cambio climático”.
Las principales conclusiones del documento fueron presentadas por Nicolo Gligo, Director del Centro de Análisis de Políticas Públicas de la Universidad de Chile, con comentarios de Manuel Rodríguez Becerra, Miembro Fundador del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS) de la Universidad de los Andes, Colombia; Lenin Corrales, Presidente del Consejo Científico de Cambio Climático (4C) de Costa Rica; y Maureen Hyman-Payne, Secretaria Parlamentaria del Ministerio de Justicia y Asuntos Jurídicos de Antigua y Barbuda. Moderó Joseluis Samaniego, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL.
América Latina y el Caribe está sometida a un estilo de desarrollo de capitalismo globalizado, inmersa en un proceso de modernidad desatada, extremadamente perjudicial, porque el crecimiento económico se ha realizado explotando y sobreexplotando los recursos naturales, señaló Gligo, quien aseguró que “mantener el actual estilo de desarrollo sería suicida. Los autores del libro planteamos la necesidad urgente de búsqueda de una salida alternativa, de un cambio estructural significativo”.
Durante su intervención, Manuel Rodríguez Becerra, del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS) de Colombia, recordó que la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de América Latina y el Caribe proceden de la agricultura y la deforestación, por lo que urge una transformación agrícola para la mitigación y adaptación al cambio climático en la región.
En tanto Lenin Corrales, del Consejo Científico de Cambio Climático (4C) de Costa Rica, valoró el mensaje de alarma que entrega el libro y llamó a los países de la región a analizar verdaderamente lo que está pasando con nuestros ecosistemas y considerar realmente la gestión de tierras antes de dar marcha a prácticas destructivas. “Los ecosistemas son los que les dan los servicios a las sociedades”, subrayó.
Maureen Hyman-Payne, del Ministerio de Justicia y Asuntos Jurídicos de Antigua y Barbuda, recordó que la pandemia del COVID-19 que actualmente enfrenta el mundo “enraíza las desigualdades y socava el camino al desarrollo. A diferencia de los países ricos, no tenemos un sistema de bienestar”. “El libro llega en un momento muy importante. Tenemos que reaccionar”, dijo.
“Debemos construir un pensamiento que nos permita proteger la integridad de los ecosistemas, nuestro patrimonio natural”, indicó Bárcena, quien valoró avances como el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú. Se trata, entre otras cosas, de “un instrumento ciudadano para que los defensores de la naturaleza, aquellos que dan la vida por la vida, sean reconocidos en sus derechos y protegidos en su integridad física y humana”, remarcó.
“Tenemos que brindar una esperanza a las generaciones futuras y esa esperanza es justamente que cambiemos nuestras formas de producir y de consumir”, concluyó la máxima representante de la CEPAL.