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Los países de América Latina y el Caribe (ALC) exportan más del doble del monto de materiales que importan: el 40% de lo que se extrae anualmente. El rápido aumento de la demanda mundial de materiales se ha convertido en un importante impulsor de la degradación ambiental y las desigualdades sociales en la región. Sin embargo, este nuevo estudio identifica que la implementación de estrategias de economía circular ayudaría a reducir el uso de materiales y la huella de carbono de la región en aproximadamente un 30% cada uno. Al mismo tiempo, podría generar más de 8,8 millones de nuevos empleos formales.
El Circularity Gap Report- América Latina y el Caribe, fue desarrollado por la CEPAL, el BID, BID Invest, ONUDI, y la iniciativa de PNUMA Global Opportunities for the Sustainable Development Goals GO4SDGs, y escrito por la Fundación Circle Economy. Este documento explora cómo se extraen, utilizan y reciclan los materiales en la región de América Latina y el Caribe. El informe también estima el potencial impacto de las estrategias de economía circular en la mejora de la salud ambiental de la región, la reducción de las emisiones de carbono y la creación de empleos.
El informe calculó que menos del 1% de todos los materiales consumidos en las economías locales se vuelve a utilizar en forma de materiales reutilizados y reciclados. Sin embargo, realizar cálculos confiables es un desafío, ya que hasta dos tercios de los desechos en la región no están registrados en las estadísticas oficiales. Prevalecen otros vacíos de datos en temas como la contaminación y los vertidos ilegales, que impiden que los gobiernos locales monitoreen eficazmente los flujos de residuos. El informe destaca la importancia de un seguimiento riguroso de los residuos y materiales y que estos se vean reflejados en las cuentas oficiales.
También se alienta a los gobiernos locales a identificar el valor de los principios de la economía circular, como la agricultura regenerativa, la reducción de los residuos industriales y la renovación de edificios antiguos en lugar de construir otros nuevos. La implementación de estrategias de economía circular en solo dos sectores (agroalimentario y manufacturero) puede reducir en un tercio las huellas materiales y de carbono de América Latina y el Caribe respectivamente, garantizando un medio ambiente más saludable y un clima más seguro.
El estudio también estima que se podrían crear alrededor de 8,8 millones de nuevos empleos formales si la región hace la transición a una economía circular. De esta manera, los empleos informales podrían pasar a ser empleos formales. La implementación exitosa de estrategias circulares puede traer otros beneficios socioeconómicos, como una mejor salud y bienestar y trabajo decente. Sin embargo, para aprovechar todo su potencial, la transición hacia una economía circular debe ser justa e inclusiva.
El documento completo se puede descargar aquí.