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Pese a los avances registrados en materia de igualdad de género en los sistemas educativos de la región, las mujeres en América Latina y el Caribe siguen enfrentando patrones culturales discriminatorios en las instituciones de educación superior que limitan sus perspectivas de desarrollo profesional y personal y vulneran su derecho a vivir una vida libre de violencia, coincidieron este martes 30 de octubre autoridades y funcionarios internacionales en un evento organizado por el Ministerio de Educación de Chile en la sede de la CEPAL en Santiago.
El Encuentro internacional Estrategias y experiencias internacionales comparadas contra la discriminación y violencia sexual hacia las mujeres en educación superior fue inaugurado por Marcela Cubillos, Ministra de Educación de Chile; Carolina Cuevas, Ministra subrogante de la Mujer y la Equidad de Género; Aldo Valle, Vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Rectores de Chile y Rector de la Universidad de Valparaíso, y Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Cimoli destacó que las mujeres son mayoría en el estudiantado universitario, tanto en Chile como en el resto de América Latina, y, según datos de 2013, el promedio de años de estudio de la población económicamente activa (PEA) de 15 años o más es mayor entre las mujeres que entre los hombres (9,6 años y 8,8 años, respectivamente). Pese a estos logros, las mujeres enfrentan diversos obstáculos para gozar de su autonomía económica, física y en la toma de decisiones, apuntó.
Indicadores del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL muestran, por ejemplo, que la sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerados afecta de forma importante a las mujeres, reproduciendo círculos viciosos de pobreza de tiempo y pobreza monetaria, entorpeciendo su entrada y permanencia en el mercado laboral y reduciendo sus posibilidades de obtener ingresos propios.
Las mujeres destinan en promedio entre un 20% y un 30% de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, mientas que en el caso de los hombres esta proporción se encuentra en torno al 10%.
Las mujeres, además, siguen siendo minoría en los espacios de toma de decisiones y enfrentan elevados niveles de violencia no solo en el hogar y en contextos de relaciones de pareja, sino también en el trabajo, en las escuelas y universidades, en la calle y en el transporte público, dijo.
El contexto internacional y regional está marcado por la incertidumbre, la volatilidad y los riesgos de retrocesos que pueden afectar las economías y los avances hacia la igualdad de género, planteó Cimoli, quien agregó que “la construcción de capacidades, la calidad de la educación y asegurar la plena participación de las mujeres son esenciales para dar un salto hacia la dinamización de las economías en sectores innovadores”.
La Ministra de Educación, Marcela Cubillos, señaló que las movilizaciones estudiantiles de este año en Chile ayudaron a visibilizar los problemas de discriminación y violencia sexual presentes en las universidades chilenas, los cuales, aseguró, tienen larga data.
La Cartera que dirige solicitó a todas las instituciones de educación superior informar sobre la existencia de procedimientos para prevenir y sancionar el acoso sexual, laboral y cualquier forma de discriminación arbitraria. “Alrededor del 20% señaló que aún no cuenta con protocolos específicos”, advirtió la Ministra.
Actualmente, informó Cubillos, el Gobierno está haciendo un diagnóstico de los sesgos de género existentes desde la educación preescolar a la superior, resultados que estarán disponibles antes de fin de año para tomar las medidas necesarias.
La Ministra subrogante de la Mujer y la Equidad de Género, Carolina Cuevas, enfatizó, por su parte, que el Gobierno ha asumido el compromiso de avanzar con decisión y urgencia hacia una sociedad más igualitaria, para lo cual está implementando la Agenda Mujer 2018-2022, que incluye, entre otras medidas, una reforma constitucional para establecer como deber del Estado el promover y garantizar la plena igualdad de derechos, deberes y dignidad entre el hombre y la mujer.
Finalmente, el Vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Rectores de Chile (CRUCH) y Rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, abordó la labor que está realizando la Comisión de Género del CRUCH, ya que, a su juicio, “las universidades tienen que sentirse interpeladas y con la obligación moral” de contribuir a la igualdad de género en las sociedades. “Avanzar en el desarrollo normativo no es ideología; se trata de un desafío civilizatorio, moral e intelectual”, dijo.