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Ministros, ministras y altas autoridades de los países de América Latina y el Caribe, junto a funcionarios de las Naciones Unidas y representantes de organismos especializados, intercambiaron hoy visiones sobre los retos y oportunidades para la construcción de sistemas alimentarios más incluyentes, sostenibles y resilientes, durante un diálogo regional virtual organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con la colaboración de agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas presentes en la región.
El evento, denominado Identificación de coincidencias en América Latina y el Caribe: hacia la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, contó con palabras de apertura de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Julio Berdegué, Representante Regional para América Latina y el Caribe de la FAO; y Pedro Brolo Vila, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Guatemala (por video).
“La actual crisis genera un sentido de urgencia que debemos aprovechar para crear sistemas alimentarios más robustos, inclusivos, sostenibles y competitivos”, planteó Alicia Bárcena, y agregó que “la pandemia ha evidenciado la centralidad de los sistemas alimentarios para mantener los flujos de alimentos —globales, regionales y nacionales— desde nuestros campos hacia poblaciones confinadas por cuarentenas y restricciones a la movilidad. Ha hecho también evidentes nuestras vulnerabilidades”.
El Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué, enfatizó que “no puede haber desarrollo sostenible si no logramos reequilibrar, reorientar y transformar los sistemas alimentarios”. En América Latina y el Caribe, 60 millones de personas viven en condición de hambre (14 millones más que en 2019) y 6 millones de niños y niñas presentan desnutrición crónica, afirmó. “Hemos retrocedido 14 años en la lucha contra el hambre. Enfrentamos una verdadera crisis alimentaria en nuestra región”, remarcó.
El Canciller de Guatemala Pedro Brolo Vila destacó, por su parte, que “esta es una gran oportunidad para que, a nivel regional, avancemos en los compromisos políticos para abordar los retos de la desnutrición, el hambre y la inseguridad alimentaria, desarrollando iniciativas y buscando asegurar la sostenibilidad financiera y social”.
Durante el encuentro intervinieron también Karla Rubilar, Ministra de Desarrollo Social y Familia de Chile; Renato Alvarado, Ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Erwin Freddy Mamani Machaca, Viceministro de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia; Hernán Mendoza, Viceministro de Desarrollo Rural de Ecuador; Jesús Quintana, Director Gerente para las Américas de la Alianza Bioversity-Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT); Juan Rivera, Director del Instituto de Salud Pública de México; Jessica Jacob, Coordinadora Regional para América Latina y el Caribe del Fondo Verde para el Clima; Myrna Cunningham, Presidenta del Consejo Directivo del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC); Leticia Teleguario, representante de ONU Mujeres, y Efraín Quicaña, Especialista regional en economía rural de la OIT.
En sus palabras de clausura, Alicia Bárcena resumió los principales temas abordados por los representantes de gobierno y especialistas.
Durante el diálogo, dijo, se discutió sobre la importancia de diversificar los sistemas alimentarios y agroalimentarios; proteger la biodiversidad y potenciar la agrobiodiversidad; garantizar el manejo sostenible del agua con esquemas de gobernanza; priorizar la conservación del suelo; incorporar los saberes y la diversidad de culturas y conocimientos de los pueblos indígenas; y aprovechar oportunidades de inversión en el ámbito de la bioeconomía, incluyendo las soluciones basadas en la naturaleza.
“También se debatió sobre la necesidad de fomentar la innovación y las oportunidades para los jóvenes emprendedores, y ampliar el acceso de la agricultura familiar a las nuevas tecnologías, así como reducir las brechas de género, incorporar a las mujeres en toda la cadena de valor y transitar hacia una sociedad del cuidado, que cuide el medioambiente, la alimentación, la salud y las personas”, agregó.
Finalmente, comentó Bárcena, los representantes subrayaron la urgencia de aumentar la inversión y el financiamiento; de promover un vínculo entre el sistema de alimentación escolar y la producción local, y de abordar los desafíos en materia de salud y nutrición debido a la doble carga de la malnutrición (la ocurrencia simultánea de desnutrición y sobrepeso-obesidad) en los países.
Necesitamos promover estilos de vida más saludables, potenciar el rol de América Latina y el Caribe como región proveedora de alimentos sin afectar nuestra biodiversidad y ecosistemas, y crear sinergias y complementariedades entre conocimientos ancestrales, científicos y tecnológicos, remarcó Bárcena durante sus intervenciones.
En el marco del encuentro se difundió, asimismo, una Declaración de agencias, fondos y programas del Sistema de las Naciones Unidas en América Latina en apoyo de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, firmada por la CEPAL, la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Internacional de Trabajo (OIT), ONU Mujeres, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Previo a este evento se llevaron a cabo 37 diálogos independientes en los distintos países de América Latina y el Caribe y 58 diálogos nacionales, los cuales nutrirán el aporte de la región hacia la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios 2021, convocada por el Secretario General António Guterres.