Nota informativa
En su último informe presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas con fecha 3 de agosto de 2016 (A/71/281), el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos señala los peligros que enfrentan los defensores a un medio ambiente sin riesgos y sano y, en vista de la alarmante situación en la región, insta a las partes negociadoras en América Latina y el Caribe a que aceleren la conclusión del Acuerdo regional sobre Principio 10.
En su informe dedicado exclusivamente a la temática ambiental, el Relator Especial destaca el papel esencial que desempeñan los defensores de derechos humanos ambientales para garantizar que el desarrollo sea sostenible, inclusivo, no discriminatorio y beneficioso para todos, e insiste en que su empoderamiento y protección son una parte esencial de la protección general del medio ambiente. Para ello, garantizar la transparencia, el acceso a la información, la participación en la toma de decisiones y el acceso a la justicia es clave.
El Relator llama la atención sobre la violencia y violaciones de sus derechos, incluyendo asesinatos, ataques, amenazas, represalias, intimidaciones, acoso y desaparición forzada, que viven los defensores de derechos humanos ambientales en el mundo, siendo América Latina una de las regiones más hostiles. A nivel global, la industria extractiva fue el sector en el que se produjo el mayor número de violaciones, seguido de los derechos sobre la tierra, la construcción de proyectos, la adopción de políticas de desarrollo, la pesca y la contaminación ambiental. Según el Relator, entre las causas fundamentales de las violaciones se encuentran la exclusión, el desequilibrio del poder y la impunidad.
En sus recomendaciones, el Relator insta a todos los interesados a que adopten públicamente y con urgencia un enfoque de tolerancia cero respecto a los asesinatos y actos de violencia cometidos contra los defensores de los derechos humanos ambientales, y a que pongan en marcha de inmediato políticas y mecanismos para empoderarlos y protegerlos. Además, hace un llamamiento a todos los agentes para que documenten de manera más sistemática la información sobre la situación de los defensores de los derechos humanos ambientales expuestos a riesgo, especialmente en los países que son motivo de preocupación, con miras a promover medidas más viables y eficaces para su protección.
Asimismo, el Relator Especial observa con satisfacción las negociaciones en curso en América Latina y el Caribe respecto de la aplicación del Principio 10 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, e insta a las partes a que aceleren la conclusión del acuerdo teniendo en cuenta el carácter urgente de la situación.