Para la CEPAL, la inclusión laboral es un objetivo del desarrollo social inclusivo que busca que todos los integrantes de la fuerza laboral puedan acceder a trabajos decentes que aseguren niveles adecuados de remuneración y cobertura en protección social. En la práctica, la inclusión laboral está compuesta por la (i) inserción en el mercado laboral y (ii) las condiciones del trabajo al que se accede. Mujeres, jóvenes, personas con discapacidad, personas en situación de pobreza, afrodescendientes, Pueblos Indígenas y otras poblaciones que se encuentran en la intersección de los ejes estructurantes de la matriz de desigualdad social enfrentan mayores obstáculos y barreras de inclusión laboral. En este sentido, no es posible alcanzar un crecimiento económico sostenible si éste no viene de la mano de la creación de empleos productivos que consideren la vulnerabilidad social de la fuerza laboral y los factores estructurales que sustentan la desigualdad y la pobreza en la región.