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América Latina y el Caribe debe apostar por inversiones extranjeras que ayuden a cerrar las brechas productivas y sociales en la región

22 de noviembre de 2017|Enfoques

Las fusiones y adquisiciones transfronterizas tuvieron un papel relevante y se concentraron en las economías desarrolladas, impulsadas por la elevada liquidez internacional y por dinámicas sectoriales que llevaron a operaciones de gran envergadura. Por otra parte, con un aumento sostenido de sus inversiones en el exterior y en particular de las adquisiciones en la Unión Europea y los Estados Unidos, China fue el segundo origen de IED mundial (tras los Estados Unidos). La estrategia de salida al exterior iniciada hace más de un decenio ha consolidado a China como actor global que se inserta en las dinámicas de sectores cada vez más sofisticados, participando activamente en las nuevas tendencias tecnológicas de la cuarta revolución industrial.

Mensajes Claves

En un período de fuertes transformaciones tecnológicas y geopolíticas, crecen los flujos de IED hacia las economías avanzadas y caen hacia las economías en desarrollo

La fuerte dinámica de las fusiones y adquisiciones en sectores de alta tecnología y el crecimiento de las inversiones transfronterizas de empresas de China se encuentran detrás de esta tendencia

La desaceleración económica de la región, el bajo precio de las materias primas y una caída de la rentabilidad afectaron negativamente los flujos de IED hacia América Latina y el Caribe, si bien entre países el comportamiento es heterogéneo

El mayor dinamismo en las nuevas inversiones en la región se registró en energías renovables, sector clave para avanzar hacia economías más sustentables y combatir la crisis climática

Es cada vez más importante que los países de la región desarrollen políticas para atraer inversiones extranjeras que ayuden a cerrar las brechas productivas y sociales

En 2016, la IED disminuyó un 7,8% en América Latina y el Caribe

Las entradas de IED en América Latina y el Caribe disminuyeron un 7,8% en 2016 y llegaron a 167.180 millones de dólares. En este resultado influyó la reducción de la inversión en recursos naturales, en particular en minería metálica, y el lento crecimiento de la actividad económica en la región. El comportamiento ha sido heterogéneo entre los países, y se constata una elevada variación interanual de la IED

Corrientes mundiales de inversión extranjera directa, por grupos de economías, y proporción correspondiente a América Latina y el Caribe, 1990-2016 (En miles de millones de dólares y porcentajes)

Corrientes mundiales de inversión extranjera directa, por grupos de economías, y proporción correspondiente
a América Latina y el Caribe, 1990-2016 (En miles de millones de dólares y porcentajes)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales y Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), World Investment Report 2017, (UNCTAD/WIR/2017), Ginebra.

A nivel de las subregiones, la IED en América del Sur se redujo un 9,3%, mientras que los ingresos de Centroamérica aumentaron un 4,9% y los del Caribe crecieron un 3,3%. Dentro de América del Sur, el mayor incremento de la inversión tuvo lugar en Colombia (15,9%); en el Brasil la inversión creció un 5,7%. Las caídas más acentuadas de la IED en América del Sur se dieron en la Argentina (64,0%), el Ecuador (43,7%) y Chile (40,3%). La inversión hacia México disminuyó un 7,9%, si bien aún se mantiene en niveles elevados con respecto a la última década. La participación de Centroamérica en la recepción de IED aumentó, pasando del 3,7% del total en 2010 al 7,2% en 2016. En esta subregión sobresale el caso de Panamá, que registró su nivel más alto con un crecimiento del 15,9% hasta llegar a los 5.209 millones de dólares. En el Caribe destacó el crecimiento del 9,2% de la inversión en la República Dominicana, por un valor de 2.407 millones de dólares.

Es importante revisar y mejorar las estrategias de atracción de IED de los países de la región para que se orienten más hacia la modernización de la economía y la diversificación de la producción.

La disminución de la rentabilidad de la IED deteriora las expectativas de inversión

Aunque el acervo de IED creció un 12,8% en 2016 y con ello alcanzó un nuevo máximo histórico, la rentabilidad media del acervo de capital extranjero volvió a disminuir y llegó a su valor más bajo de los últimos 15 años (4,2%). Alrededor del 55% de esa renta fue repatriada a los países de origen de la inversión, lo que implica un aumento relativo de las utilidades reinvertidas en comparación con las repatriaciones, que llegaron a un máximo del 70% en 2013.

Pese a que en la reducción de la rentabilidad media ha influido fuertemente la caída de los precios de los productos mineros, el retroceso se ha dado en casi todos los sectores de la economía. Al comparar el promedio del período 2011-2014 con 2015, se observa que petróleo y gas y minería han sido los sectores más afectados, pero las caídas en telecomunicaciones fueron también muy relevantes.

América Latina y el Caribe (subregiones y países seleccionados): inversión extranjera directa recibida, 2015 y 2016 (En millones de dólares)

América Latina y el Caribe (subregiones y países seleccionados): inversión extranjera directa recibida, 2015 y 2016 (En millones de dólares)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras preliminares y estimaciones oficiales al 15 de junio de 2017.
Nota: El subtotal regional del Caribe excluye a Trinidad y Tabago en 2016, ya que no se cuenta con información disponible. Los datos de Venezuela (República Bolivariana de) corresponden a los tres primeros trimestres de 2015.

Hay sectores más orientados al mercado interno (como el de bebidas) o que cuentan con ventajas naturales fortalecidas por procesos de innovación (como los alimentos y las agroindustrias) que han mantenido tasas de rentabilidad relativamente estables, por lo menos en el caso de las grandes firmas. Una dinámica similar se muestra en actividades de servicios como el comercio minorista o la energía eléctrica, que pese a registrar una pequeña caída siguen manteniendo tasas de rentabilidad superiores al promedio.

América Latina y el Caribe: acervo y rentabilidad media de la inversión extranjera directa (IED), 2000-2016a (En miles de millones de dólares y porcentajes)

América Latina y el Caribe: acervo y rentabilidad media de la inversión extranjera directa (IED), 2000-2016 a En miles de millones de dólares y porcentajes)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras y estimaciones oficiales al 15 de junio de 2017.
Nota: La rentabilidad media se calcula como el cociente entre la renta y el acervo de IED.
 a No se incluyen los datos de Jamaica, Trinidad y Tabago, Venezuela (República Bolivariana de) y los países miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO).

El sector estrella: las energías no convencionales

Los anuncios en el sector de las energías renovables aumentaron sostenidamente durante el último decenio. En 2016 este fue el sector que presentó el mayor monto de inversión en proyectos anunciados; su participación en el total pasó del 6% como promedio en el período 2005-2010 al 18% en 2016, lo que posiciona a esta actividad como la más dinámica del período.

Mediante licitaciones y subastas realizadas en numerosos países, este sector se ha consolidado en la matriz energética; por ejemplo, en Honduras el 9,8% de la electricidad se provee con energía solar fotovoltaica y en el Uruguay el 22,8% del consumo de electricidad en 2016 provino de energía eólica. Gran parte de esos desarrollos se llevaron adelante con inversiones de empresas transnacionales, lideradas por firmas españolas entre las que destacaron Abengoa, Iberdrola y Acciona, la italiana Enel, la irlandesa Mainstream Renewable Power y la francesa Engie, así como empresas de los Estados Unidos y el Canadá.

Los beneficios de la IED dependen de las características de los sistemas productivos de los países receptores

La capacidad de los países de apropiarse de los beneficios de la IED está ligada al nivel de formación de la fuerza laboral, a la competitividad de la industria local y su capacidad de generar vínculos como proveedores de las empresas extranjeras.

La realidad productiva y empresarial de la región, con brechas de productividad tan elevadas entre sectores y agentes, hace indispensable retomar políticas para crear capacidades locales para que junto con el aporte de la IED, se construyan sistemas productivos más dinámicos, capaces de generar bienes de mayor valor agregado.

América Latina y el Caribe: rentabilidad sobre activos por sector (En porcentajes)

América Latina y el Caribe: rentabilidad sobre activos por sector (En porcentajes)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de América Economía.
Nota: Los datos representan los resultados de las 500 mayores empresas de América Latina y el Caribe, según ventas anuales, excluidas las empresas que no publican datos sobre sus sedes en el extranjero. Se incluyen datos de empresas transnacionales y nacionales y se excluyen las empresas estatales. Los sectores incluidos en el gráfico son los ocho sectores con mayores ventas según el informe de América Economía (2015). La rentabilidad media sectorial se calculó como el cociente entre utilidades y activos.

Repensar las estrategias para atraer IED

Las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en particular petróleo y minerales, y con una fuerte integración comercial con China, se verán afectadas por el contexto internacional, así como por sus muy bajas tasas de crecimiento (la CEPAL estima un crecimiento del 0,6% para 2017). Si bien Centroamérica y México presentan expectativas de crecimiento más favorables, con tasas estimadas del 3,6% y el 2,2%, respectivamente, la incertidumbre derivada de la renegociación del TLCAN puede afectar el flujo de inversiones hacia esos países. Con base en estos elementos, la CEPAL estima que las entradas de IED en la región podrían volver a caer hasta un 5% en 2017.

En este escenario, es cada vez más importante apostar por inversiones extranjeras que ayuden a cerrar las brechas productivas y sociales en la región. La IED puede ser un factor clave para la transferencia de tecnología y la incorporación de nuevos sistemas de gestión y modelos de negocios que aumenten la competitividad y la productividad. Asimismo, puede desempeñar un importante papel en el desarrollo de la infraestructura vial, portuaria, de energía y de telecomunicaciones, más aún en uncontexto de espacios fiscales más reducidos que en el pasado reciente, durante el auge de precios de los productos básicos.