Nota informativa
Intervención de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en la Segunda Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Foro CELAC-China
Santiago de Chile - 22 de enero de 2018
Señor Heraldo Muñoz, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile,
Señor Wang Yi, Ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China,
Excelentísimas Señores Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores del cuarteto y de todos los países de América Latina y el Caribe,
Amigas y amigos,
Es un honor dirigirme a ustedes en la Segunda Reunión Ministerial del Foro CELAC-China que se lleva a cabo en un momento en que la humanidad enfrenta enormes desafíos, como la creciente desigualdad en muchos países, el cambio climático con crecientes desastres naturales, tensiones geopolíticas, nacionalismos económicos en países centrales, migraciones masivas, y la cuarta revolución industrial con impactos inciertos frente a la automatización y la economía digital. Todo en un contexto de incertidumbre sobre el futuro del multilateralismo. En este complejo escenario, China ha expresado un firme compromiso con la cooperación para un crecimiento económico centrado en la prosperidad compartida, el combate a la pobreza y la desigualdad, la protección del ambiente, el multilateralismo y los principios de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Objetivos compartidos por los países de América Latina y el Caribe.
Cuando Xi Jing Ping lanzó en 2013, la iniciativa de la Franja y la Ruta, algunos en nuestra región pensaron que era difícil participar por nuestra distancia territorial, cultural y lingüística. Pero China con gran resolución ha reiterado la importancia de incluir a nuestra región.
Quiero agradecer a todos ustedes, a los gobiernos de Chile, China, y el cuarteto por invitar a la CEPAL a acompañar este proceso.
Mantenemos el compromiso inquebrantable con el fortalecimiento de los vínculos entre nuestra región y China en todas sus dimensiones. Por ello, me complace presentar el documento “Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe y China", preparado para esta Reunión. Analizamos el recorrido conjunto en estos tres años y la evolución de las relaciones comerciales, financieras y de inversión entre la región y China, y abordamos de manera comparativa las políticas macroeconómicas, ambientales, de infraestructura, de ciencia y tecnología y de desarrollo social.
En 2015 en Beijing, en la primera reunión de este Foro se adoptó el Plan de Cooperación 2015-2019 donde se fijó la meta para alcanzar un intercambio comercial de 500.000 millones de dólares en 2025. Según nuestras estimaciones, el comercio entre la región y China se multiplicó por 22 veces entre 2000 y 2013 y en 2017 alcanzó los 266.000 millones de dólares. Esto significa un avance del 53% respecto de la meta a 7 años para alcanzarla. La segunda meta hacia el 2025 es lograr un stock de inversión extranjera directa entre ambas partes de 250.000 millones de dólares. Nuestras estimaciones indican que el stock de inversiones directas chinas en la región alcanzó alrededor de 115.000 millones de dólares, esto es, un 46% de avance. En el ámbito financiero, China ha proporcionado financiamiento a la región en la última década por más de 141.000 millones de dólares.
Importante es también mirar lo cualitativo. En el ámbito del comercio, la diversificación de la canasta exportadora a China tenemos una asignatura pendiente para la región. Tan solo cinco productos básicos (porotos de soja, mineral de hierro, mineral de cobre, cobre refinado y petróleo) representan el 70% el valor total de los envíos.
La inversión extranjera directa proveniente de China también muestra un fuerte grado de concentración, tanto de sectores (con la minería y los hidrocarburos representando alrededor del 80%) como de países de destino (con solo tres países, Brasil, Perú y Argentina, recibiendo el 81% de la misma entre 2005 y 2017). Transformar el patrón de intercambio de materias primas por manufacturas que ha caracterizado el comercio entre la región y China es una tarea relevante. La buena noticia es que la IED china hacia la región aumentó en 2017, superando los 25.000 millones de dólares, y se dirigió hacia nuevos sectores como alimentos, telecomunicaciones y energías renovables.
China ha mostrado creciente interés en nuestra región. En los últimos tres años desde la primera reunión de este Foro, el Presidente Xi Jinping acompañado del Ministro Wang Yi ha acudido a encuentros trascendentes donde ha dado a conocer su visión sobre el futuro de China, su rol en el contexto internacional y la relación entre nuestras regiones en la formula 1+3+6. En 2016 organizamos en conjunto la primera Cumbre de Líderes de Medios de Comunicación de la CELAC y China, y en octubre recién pasado del Foro de Think Tanks de la CELAC y China de cara a esta reunión.
¿Cómo abrimos nuevos espacios de cooperación?
¿Por qué es importante para nuestra región la iniciativa de la Franja y la Ruta?
En primer lugar, porque dinamizará las economías de Asia y Europa, lo que beneficiará a las exportaciones de América Latina y el Caribe.
En segundo lugar, la Franja y la Ruta nos ofrece la oportunidad única de acortar la gran distancia territorial que nos separa mediante una mejor conectividad aérea, marítima y especialmente digital para estrechar nuestros vínculos comerciales, de inversión, de turismo y de cultura.
China se ha convertido en un líder de la economía digital y en innovación. China invierte más del 2% de su PIB a investigación y desarrollo, especialmente en investigación aplicada, lo que le ha permitido transitar rápidamente hacia la producción y exportación de bienes y servicios con un alto contenido de conocimiento. Por el contrario, nuestra región dedica apenas el 0,7% de su PIB a esta crucial área, lo que explica sus grandes dificultades para superar su actual estructura productiva y exportadora.
En el Plan 2019-2021, ustedes han identificado desafíos comunes y posibilidades de compartir experiencias y conocimientos con una visión de beneficio mutuo y prosperidad compartida. Espero que las sugerencias que presentamos en nuestro documento ayuden a dar un salto de calidad en nuestra relación, poniendo a la innovación en el centro para transitar hacia economías inclusivas y sostenibles.
Primero, resulta urgente diversificar los flujos de comercio e inversión extranjera. Un área estratégica es promover mayores inversiones chinas en sectores con alto contenido tecnológico y por esta vía propiciar el cambio estructural en nuestra región. Es preciso consolidar una agenda de trabajo que le permita a nuestra región desplegar plenamente su potencial como proveedor de alimentos de alta calidad para China con inversiones que generen una relación económica más moderna entre ambas partes, propiciando la transferencia tecnológica entre empresas. Además de diversificar las inversiones chinas, es fundamental generar encadenamientos con proveedores de la región, especialmente las Pymes, y organizar ferias para apoyarlas.
Segundo, focalizar en el serio déficit de infraestructura en nuestra región. China posee las capacidades técnicas y financieras para contribuir significativamente a colaborar para reducir esta brecha. De hecho, las empresas chinas de construcción y transporte se han desplegado crecientemente en la región en los últimos años, acompañadas del respaldo financiero que nos ofrece la banca china de desarrollo. Este es un tema central que debe ser aprovechado con una óptica de beneficio mutuo y prosperidad compartida.
Tercero, la Franja y la Ruta nos ofrece la oportunidad de acortar la distancia mediante la ampliación de la conectividad aérea, marítima y digital. Cuarto, cooperar en los ámbitos industrial, tecnológico, e innovación en energía sostenible, transporte eléctrico y en industrias 4.0. En esta linea, proponemos celebrar el Primer Foro de Desarrollo Industrial CELAC-China.
Quinto, en el área financiera, quiero referirme en especial al Caribe. Este puede beneficiarse altamente de la reestructuración de su deuda y accediendo a créditos concesionales. Invitamos a China a participar tanto en la iniciativa de alivio de la deuda que la CEPAL está trabajando con Caricom, como de la creación de un fondo de resiliencia que promueva infraestructura para adaptarse al cambio climático, contribuir a su reconstrucción después de los Huracanes Irma y María, y a contrarrestar el efecto de la salida de los bancos de corresponsalía.
Por último, proponemos una nueva agenda urbana que incluya cooperación en temas sociales para eliminar la pobreza en todas sus formas hacia el 2030. China se comprometió a hacerlo hacia el 2020. En esto podemos caminar juntos.
Como señalaba el presidente Xi Jinping, en mayo pasado al inaugurar en Beijing el Foro Internacional “Una Franja, una Ruta”, y cito, “La civilización se desarrolla a través de la apertura y las naciones coexisten a través de la integración. La Antigua Ruta de la Seda no solo fue un camino para e intercambio comercial sino más bien una ruta para el intercambio de conocimiento”. Hoy, cuando China se perfila a una Nueva Era, es necesaria una asociación estratégica de confianza mutua para construir una civilización ecológica y juntos hacer realidad los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Como dijo el Canciller Wang Yi, el plan de cooperación es oportuno y el tiempo es propicio para una nueva era de cooperación. [Je zuo xin shi dai kai shi le]. Gracias. Xie Xie.