Se requiere un crecimiento inclusivo para alcanzar el desarrollo sostenible en Asia Pacífico, señala la ONU

Bangkok (Noticias de CESPAP) – Las economías en desarrollo de la región del Asia Pacífico siguen teniendo un buen comportamiento en comparación con el resto del mundo, pero sus debilidades estructurales limitan sus perspectivas de crecimiento, según el último informe macroeconómico de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico de las Naciones Unidas (CESPAP) dado a conocer hoy, el cual enfatiza que un crecimiento económico más inclusivo es clave para asegurar una prosperidad sostenible para todos.

El crecimiento en las naciones en desarrollo de la región se incrementará levemente hasta 5,9% en 2015 desde 5,8% del año pasado, y no se espera un cambio significativo para 2016, según la publicación anual de la CESPAP Estudio Económico y Social de Asia Pacífico 2015. Se prevé también que la inflación disminuya aún más y permanezca baja, debido principalmente a los menores precios internacionales del petróleo, que han propiciado recortes en las tasas de interés en muchas economías de la región.

El potencial de crecimiento de las economías en desarrollo del Asia Pacífico está siendo retenido por déficits en la infraestructura y una excesiva dependencia de las materias primas en algunos países. La frágil recuperación de la economía mundial, y el consecuente débil comercio global, son desafíos adicionales.

Durante el lanzamiento del Estudio en Bangkok, la Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Secretaria Ejecutiva de la CESPAP Shamshad Akhtar, enfatizó la necesidad de promover un crecimiento de calidad y una prosperidad compartida en la región, y llamó a los formuladores de políticas regionales a integrar y extender a todos los niveles el crecimiento inclusivo mediante la adopción de un conjunto de medidas que permitan alcanzar mejores resultados sociales y medioambientales, con el fin de mejorar el bienestar público.

Con el fin de orientar a las economías del Asia Pacífico, la CESPAP también presentó un nuevo Índice Multidimensional de Inclusión.  Mediante la aplicación de un conjunto central de 15 indicadores de las dimensiones económica, social y medioambiental del desarrollo, este índice  asigna un peso equivalente a cada variable con el fin de evaluar de forma exhaustiva el grado de resultados inclusivos. El índice también permite clasificar comparativamente los aspectos multidimensionales de la inclusión a lo largo de diferentes períodos de tiempo.

 “Al adoptar este nuevo índice multidimensional de la CESPAP, los formuladores de políticas podrán revisar y monitorear de mejor manera el progreso en relación al crecimiento inclusivo”, explicó Akhtar. Una muestra de 16 economías evaluadas con este índice mostró un progreso general a nivel nacional, pero persisten diferencias socioeconómicas significativas entre los países, por ejemplo a nivel de género, y divisiones entre zonas rurales, urbanas y regiones geográficas.

La inclusión requiere una estabilidad continua y un crecimiento sostenible. En este contexto, la CESPAP señala que la reciente tendencia y patrón desigual de crecimiento económico necesita acciones de política económica proactivas y una estrecha vigilancia.

Otros resultados del estudio revelan un progreso variado, con reducciones significativas en la extrema pobreza, acompañadas de un aumento en la desigualdad del ingreso, particularmente en áreas urbanas de los principales países en desarrollo, así como también un lento crecimiento en la disponibilidad de trabajo decente y productivo. Las economías en desarrollo del Asia Pacífico también necesitan hacer mayores progresos para asegurar la igualdad de oportunidades para todos, especialmente para mujeres y niñas, mediante la ampliación del acceso a una educación de calidad y a un adecuado cuidado de la salud.

La publicación prevé que la planificada moderación de China hará disminuir su crecimiento a 7% en 2015, desde 7,4% el año pasado, caída que se espera sea parcialmente compensada por una aceleración del crecimiento de India hasta 8,1%, desde el 7,4% anotado el año anterior. Se pronostica también que Indonesia tendrá un repunte en su crecimiento hasta 5,6% desde 5% del año pasado. Sin embargo, en los últimos dos países este panorama depende de la adopción de reformas domésticas sólidas y sostenidas.

Adicionalmente, la CESPAP destaca asuntos de política críticos (clave?) para las subregiones, incluyendo la excesiva dependencia del crecimiento económico en los recursos naturales y en las remesas de los trabajadores en Asia del Norte y Central, así como desafíos relacionados al empleo y al cambio climático en los países insulares en desarrollo del Pacífico. Desequilibrios macroeconómicos y déficits severos de energía son preocupaciones centrales en Asia del Sur y Asia Sur-Oeste, a lo que se agregan las debilidades en infraestructura y la escasez de mano de obra calificada en Asia Sur-Este. El reciente terremoto en Nepal es un claro recordatorio de cómo los desastres naturales pueden revertir las ganancias económicas y sociales, con masivas pérdidas de vidas y medios de subsistencia.

La región permanecerá susceptible a un rango de riesgos e incertidumbres, como posibles nuevos episodios de volatilidad financiera en los mercados, retrasos en la solución de impedimentos estructurales y trastornos políticos, entre otros. A la luz de estos resultados, la CESPAP aboga por un manejo macroeconómico más fuerte, combinado con políticas macroprudenciales específicas para afrontar la esperada volatilidad en los flujos de capitales derivada de las condiciones de política monetaria actuales y emergentes en las economías avanzadas.

El análisis de la CESPAP también argumenta en favor de la cautela en lo que se refiere a acciones de política monetaria de las economías en desarrollo de la región. Una razón para esto es el incremento en la volatilidad de los precios del petróleo que se viene manifestando desde mediados de marzo. La CESPAP pronostica que el piso del precio del petróleo probablemente sea de US$60 o US$70 por barril durante 2015.

La CESPAP también aboga por la promoción de la igualdad de oportunidades y el impulso a la creación de trabajos decentes a través del desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y la industrialización rural, en donde el sector privado debe tomar un rol central en el fomento de un crecimiento más inclusivo. “Sin un sector privado vibrante y fuerte, el combate contra la pobreza y los crecientes niveles de desigualdad, y la creación de puestos de trabajo, no sería posible”, señala el estudio.

La CESPAP recomienda que los gastos públicos sean más orientados al desarrollo y mejoren particularmente el acceso a la educación y salud de calidad, así como el fortalecimiento de las redes de protección social de manera de ayudar a romper el círculo vicioso de la privación, que intensifica la pobreza.

 “Para mejorar el bienestar los países necesitan ir más allá que enfocarse solamente en la ‘desigualdad del ingreso’ y promover por el contrario la ‘igualdad de oportunidades”, explicó Akhtar .

La Secretaria Ejecutiva también urgió a los gobiernos del Asia Pacífico a enfocarse en la movilización de recursos domésticos y realizó una serie de recomendaciones a los gobiernos para que no solo incrementen sus propios ingresos, sino también más importante aprovechen de mejor manera los recursos privados para el desarrollo sostenible, en particular para la infraestructura amigable con el clima y el financiamiento social.

 “Si bien las fuentes tradicionales de financiamiento -como los ingresos fiscales y la asistencia oficial para el desarrollo- son importantes, para acortar la brecha de financiamiento deben intensificarse los esfuerzos para profundizar los mercados de capitales de la región e involucrar al sector privado”, dijo Akhtar.

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Katie Elles, Oficial de Información Pública, Sección de Comunicaciones Estratégicas y Promoción de la CESPAP, M: (66) 9481 525 36 / E: elles@un.org

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