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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) expresó hoy sus condolencias y pesar por la desaparición del economista argentino Aldo Ferrer, fallecido este martes 8 de marzo a los 88 años en Buenos Aires.
El destacado académico, formador de muchas generaciones de economistas en América Latina, fue muy cercano a la CEPAL y su trabajo estuvo siempre vinculado a los temas estudiados por esta comisión regional de las Naciones Unidas, en particular la preocupación permanente por los problemas del desarrollo latinoamericano, la integración y una visión crítica sobre el proceso de globalización.
“Aldo Ferrer fue un hombre de la academia, intelectual universal, argentino de corazón, con la mente puesta en América Latina, preocupado de construir un mejor futuro para los pueblos de nuestro continente. Su partida es una pérdida irreparable”, declaró la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
En 2010 Aldo Ferrer visitó la sede central de la CEPAL en Santiago, Chile, para dictar la novena Cátedra Raúl Prebisch, creada por el organismo para homenajear la memoria de su segundo Secretario Ejecutivo (1950-1963) y uno de sus principales inspiradores.
En esa ocasión el profesor Ferrer destacó la vigencia del pensamiento de Prebisch para retomar la senda del desarrollo en la región. "El gran legado de Prebisch fueron tres ideas centrales: que había que rebelarse del pensamiento hegemónico de los centros de poder, que los países requerían profundos cambios en su estructura productiva con gestión del conocimiento, y que siempre es posible transformar la realidad sin subordinación, desplegando nuestras capacidades y talentos. Esas ideas conservan su validez hoy, a veces mucho más que en su momento", dijo Ferrer en su presentación ante economistas, académicos, diplomáticos y funcionarios internacionales.
“Su muerte ha sido una tremenda y triste sorpresa, ya que la última vez que lo ví rebosaba de vitalidad y alegría”, indicó por su parte Osvaldo Sunkel, estrecho colaborador del economista y actual Presidente del Consejo Editorial de la Revista CEPAL. “Él era un eterno optimista, siempre veía el lado positivo de las cosas”, añadió.
De acuerdo con Sunkel, el trabajo de Aldo Ferrer fue muy cercano al de otros economistas y cientistas políticos destacados de la región como Celso Furtado, Helio Jaguaribe y Aníbal Pinto, entre otros. Agregó que si bien no fue funcionario de la CEPAL, sus estudios siempre estuvieron en consonancia con las ideas del organismo, como el cambio estructural, la tecnología, la productividad y los aspectos financieros del desarrollo de los países.
Ferrer fue Profesor de la Universidad de Buenos Aires y Director de la Maestría Mercosur. En su dilatada carrera también trabajó en la Secretaría General de las Naciones Unidas en Nueva York (entre 1950 y 1953), fue Consejero Económico de la Embajada Argentina en Londres (entre 1956 y 1957), Asesor de la Presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID en Washington (entre 1963 y 1970), y Coordinador de la Comisión Organizadora y primer Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), entre otras muchas responsabilidades.
En su país ocupó los cargos de Ministro de Economía y Hacienda de la Provincia de Buenos Aires (entre 1958 y 1960), Ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación (en 1970), Ministro de Economía y Trabajo de la Nación (en 1971), Presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires (entre 1983 y 1987), y Presidente del Directorio de la Comisión Nacional de Energía Atómica (entre 1990 y 2001).
Aldo Ferrer fue también un prolífico autor de numerosas obras que hoy son referencia obligada para los economistas y académicos de la región, como La economía argentina, Historia de la globalización y Orígenes del orden económico mundial, entre muchas otras.