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La evasión es una de las principales debilidades de los sistemas tributarios de las economías de la región y ascendió a un total de 320 mil millones de dólares en 2014, según el informe Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2016, dado a conocer hoy por la CEPAL.
“Los ingresos tributarios constituyen la piedra angular del financiamiento básico de un Estado moderno y por ello es imprescindible priorizar la creación de una cultura impositiva en la que se penalice efectivamente a los evasores”, indica el organismo las Naciones Unidas en el documento que será presentado durante el XXVIII Seminario Regional de Política Fiscal que se realizará el 16 y 17 de marzo en la sede de la CEPAL en Santiago, Chile.
En el informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que los incumplimientos tributarios ascienden a 2,2 puntos del producto interno bruto (PIB) en el impuesto al valor agregado (IVA) a nivel regional, y a 4,1 puntos del PIB en el impuesto sobre la renta. Si bien reconoce que existen dificultades para bajar estos indicadores, en especial en un entorno de menor dinamismo económico, la institución hace un llamado a aumentar los esfuerzos para evitar una pérdida sustancial de recursos tributarios potenciales.
Según el documento, aunque se comprobó un descenso generalizado de las tasas de evasión del IVA hasta 2007-2008, a partir de la crisis financiera se revirtió esta tendencia favorable. Por ello indica que son necesarias reformas más profundas tanto de la estructura como de la administración de este tributo. Algo similar ocurre con la evasión del impuesto sobre la renta, en donde tampoco ha habido avances significativos en años recientes.
El Panorama Fiscal 2016 explica que durante el año pasado América Latina registró en promedio un leve deterioro en las cuentas fiscales y alcanzó un déficit fiscal de 3,0% del PIB y un nivel de deuda pública de 34,7% del PIB . Once de los 19 países estudiados mostraron un incremento simultáneo de su déficit fiscal y deuda pública como proporción de su PIB.
El informe agrega que la desaceleración del crecimiento económico y el deterioro de los términos de intercambio han tenido efectos muy significativos sobre las finanzas públicas de varios países de la región, lo que ha obligado a realizar ajustes fiscales de magnitud.
En este panorama la CEPAL vislumbra un futuro heterogéneo en la región, ya que para la mayoría de los países de América del Sur se mantendrá la incertidumbre por la desaceleración de China y de otras naciones emergentes durante 2016, mientras que México, Centroamérica y el Caribe se verán beneficiados por tasas de crecimiento positivas y, en las dos últimas subregiones mencionadas, por la caída de los precios del petróleo.
Con el fin de proteger y estimular la inversión pública y el crecimiento, el organismo de las Naciones Unidas remarca la necesidad de fortalecer la institucionalidad contracíclica para reducir en lo posible los nocivos ciclos de expansión y contracción del gasto público. Por ello, los ajustes fiscales deben apuntar a incentivar las inversiones que apuntalan el crecimiento, insiste la CEPAL.
El reporte señala que si bien 2015 estuvo marcado por la pérdida de ingresos provenientes de recursos naturales no renovables, este declive fue contrarrestado por mayores ingresos tributarios como consecuencia de las reformas. En promedio, la región logró aumentar su presión tributaria en 0,2 puntos porcentuales del PIB, principalmente gracias a una mejora en la recaudación del impuesto sobre la renta.
Las principales conclusiones del Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2016 serán presentadas durante la primera sesión del XXVIII Seminario Regional de Política Fiscal, que será inaugurado mañana por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, y el Ministro de Hacienda de Chile, Rodrigo Valdés, entre otras personalidades.