Nota informativa
Desbloquear el acceso a la financiación climática, especialmente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, es crucial para cerrar la brecha de adaptación, desarrollar resiliencia, proteger a los países más vulnerables al cambio climático y contribuir a un desarrollo más bajo en carbono, subrayaron hoy autoridades reunidas en la Mesa redonda sobre el financiamiento climático y la transición energética en América Latina y el Caribe, que se realiza hasta el viernes 2 de septiembre en la sede central de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago, Chile.
El evento, que se celebra en formato híbrido -presencial y virtual-, es uno de los cinco Foros Regionales sobre Iniciativas Climáticas para Financiar la Acción Climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), preparatorios del 27º periodo de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que son impulsados por el Sistema de las Naciones Unidas, la Presidencia egipcia entrante de la COP27 y los Campeones de Alto Nivel de cambio climático de la ONU.
El mesa redonda fue inaugurada por Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas (virtual); Sameh Shoukry, Ministro de Relaciones Exteriores de la República Árabe de Egipto y Presidente designado de la COP27 (virtual); Mahmoud Mohieldin, Enviado Especial sobre la Financiación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, Campeón de Cambio Climático COP27 (virtual); Nigel Topping, Campeón de Cambio Climático COP26; León de la Torre, Embajador de la Unión Europea en Chile, y Joseluis Samaniego, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL.
“Estamos en una carrera contra el reloj”, advirtió Amina J. Mohammed en su intervención inaugural, realizada vía mensaje de video.
“América Latina y el Caribe debe contar con el apoyo necesario para acelerar una transición justa hacia las energías renovables. La región tiene un gran potencial para la generación de energía solar y eólica y debe ser apoyada a través de fuertes inversiones, incluyendo la capacidad de almacenamiento y una gran flexibilidad para dar cabida a las energías renovables”, añadió la Vicesecretaria General de la ONU.
El Ministro Sameh Shoukry, por su parte, subrayó que la promoción de nuevos instrumentos financieros y la previsibilidad de la financiación climática en los países en desarrollo es fundamental para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Para ello, expresó, “es urgente desbloquear la financiación climática mediante la movilización masiva de recursos públicos y privados para la acción climática de los niveles local, nacional y regional en todos los temas de la acción climática”.
El Enviado Especial sobre la Financiación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, Mahmoud Mohieldin, en tanto, destacó que hay un significativo potencial de oportunidades.
“Necesitamos un enfoque holístico para que los esfuerzos realizados en la acción climática no pongan en riesgo lo que hemos logrado en sostenibilidad”, precisó.
Nigel Topping, Campeón de Cambio Climático COP26, subrayó la necesidad de considerar la diversidad de puntos de vista de los distintos actores en la cadena de valor.
“Queremos mejorar la conversación para buscar soluciones. Estoy convencido de que la innovación, la pasión de esta región será muy importante”, expresó.
Por su parte, el Embajador de la Unión Europea en Chile, León de la Torre, llamó a acelerar la transición global hacia economías y sociedades climáticamente neutrales, resilientes, sostenibles, circulares y eficientes en el uso de los recursos, y mencionó la meta de reducción de 55% de las emisiones de la Unión Europea al 2050.
“Alinear los flujos financieros con un camino hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima es clave para impulsar el cambio hacia una economía y una sociedad climáticamente neutral y resiliente”, afirmó.
En representación del Secretario Ejecutivo Interino de la CEPAL, Mario Cimoli, el Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Comisión, Joseluis Samaniego, alertó que América Latina y el Caribe tiene el triste registro de haber pasado en unos pocos años de contribuir con el 8,3% de las emisiones globales al 10%.
“La región tampoco va muy bien en materia de políticas públicas. Apenas cuatro países aplican un impuesto al carbono estático y en niveles muy bajos. La discusión sobre el impuesto al metano todavía no inicia formalmente. Un solo país está aplicando en la inversión pública un precio social al carbono, aunque estamos tratando de avanzar para que este tipo de instrumentos se adopten por más países. Hay un enorme campo para lograr avances mejores”, aseveró.
Joseluis Samaniego enfatizó que el foro regional inaugurado hoy se enfoca en proyectos y busca propiciar un diálogo entre oferta y demanda de financiamiento climático.
En ese contexto, presentó un compendio con 55 proyectos distribuidos entre 24 países de América Latina y el Caribe, que requieren un financiamiento de casi 16.000 millones de dólares, con un impacto de reducción de emisiones de CO2 de 24.6 millones de toneladas al año que equivalen al 0,6% de las emisiones regionales. Los proyectos se concentran en temas como la resiliencia en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), minerales fundamentales y estratégicos, electromovilidad y transición energética.
Se espera que la Mesa redonda sobre el financiamiento climático y la transición energética en América Latina y el Caribe active procesos para concretar acuerdos de inversión entre los responsables de carteras de proyectos de los Gobiernos de América Latina y el Caribe y las instituciones financieras, mediante la definición de oportunidades concretas para avanzar en la transición energética sostenible de la región, el análisis de los cambios políticos necesarios y los cuellos de botella que existen para el financiamiento y la interacción con fuentes de financiamiento e inversión tanto públicas como privadas para movilizar la acción hacia la COP27.
El evento cuenta con el apoyo de la Presidencia de la COP27, los campeones de Alto Nivel de cambio climático de la ONU y el programa Euroclima+, financiado por la Unión Europea.