Discurso
Este año, la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente arroja una luz muy necesaria sobre el comercio ilícito de vida silvestre. Existen graves motivos de alarma. Se mata a los elefantes por su marfil, a los rinocerontes por sus cuernos y a los pangolines por sus escamas. Desde las tortugas de mar hasta los tigres, pasando por el palisandro, a miles de especies de animales y plantas silvestres se las empuja cada vez más hacia la extinción. Las empresas y personas involucradas en esas actividades están motivadas únicamente por las ganancias a corto plazo, en detrimento de los beneficios a largo plazo para las comunidades y los hábitats. En muchos casos, actúan en connivencia con redes de delincuencia organizada transnacional y con grupos que tratan activamente de desestabilizar a las naciones.
Las Naciones Unidas y sus numerosos asociados han decidido abordar ese comercio ilícito, en particular incluyendo metas claras relativas a la erradicación de la caza furtiva en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que los 193 Estados Miembros aprobaron el año pasado. El mes pasado, en la segunda Asamblea de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrada en Nairobi, pusimos en marcha la campaña global de las Naciones Unidas “Feroz por la Vida”, que está dirigida por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). La campaña solicita el compromiso de todos para poner fin al comercio ilícito de fauna y flora silvestres, desde los ciudadanos comunes, que pueden asegurarse de no adquirir productos prohibidos, hasta los gobiernos, que pueden favorecer el cambio aplicando políticas eficaces dirigidas a proteger las especies y los ecosistemas.
Angola, que es el anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente de este año, ha anunciado que ya no tolerará la venta de productos ilícitos de fauna y flora silvestres y que está fortaleciendo su legislación y reforzando los controles de fronteras en el marco de sus esfuerzos por restablecer las poblaciones de elefantes devastadas por la guerra civil del país. Esa acción transmite el firme mensaje de que las especies silvestres de plantas y animales son un valioso producto que tiene que gestionarse de manera sostenible y ser protegido del comercio ilícito.
En este Día Mundial del Medio Ambiente, insto a las personas y los gobiernos de todo el mundo a que superen la indiferencia, combatan la codicia y actúen para preservar nuestro patrimonio natural en beneficio de las generaciones presente y futuras.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas