Nota informativa
Durante milenios, los pueblos y las culturas han procurado alimentos, vestimenta, medicamentos y sustento espiritual en la rica diversidad de flora y fauna silvestres que ofrece la naturaleza. La vida silvestre sigue siendo esencial para nuestro futuro por el papel fundamental que cumple en la ciencia, la tecnología y las actividades recreativas, así como por el lugar que ocupa en nuestro patrimonio. Por ese motivo, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de marzo, día de la aprobación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), Día Mundial de la Vida Silvestre.
A pesar de su valor intrínseco para el desarrollo sostenible y el bienestar de las personas, la vida silvestre se ve amenazada. Algunas de las especies vegetales y animales más carismáticas del mundo, como también otras menos conocidas pero de importancia ecológica, corren peligro de extinguirse de inmediato. Entre las principales causas cabe mencionar la destrucción del hábitat y el aumento del tráfico ilícito de flora y fauna silvestres.
Los delitos contra la vida silvestre acarrean profundas consecuencias ambientales, económicas y sociales. Causan especial preocupación las repercusiones que tiene el tráfico ilícito para la paz y la seguridad en varios países donde la delincuencia organizada, la insurgencia y el terrorismo suelen estar estrechamente ligados entre sí.
Si aunamos esfuerzos, podemos mitigar las graves amenazas que se ciernen sobre la vida silvestre. En este primer Día Mundial de la Vida Silvestre, insto a todos los sectores de la sociedad a que pongan fin al tráfico ilícito de especies de flora y fauna silvestres y se comprometan a comerciarlas y utilizarlas de manera sostenible y equitativa.
Trabajemos en aras de un futuro en el que los seres humanos y la flora y fauna silvestres coexistan en armonía. ¡Desvivámonos por la vida silvestre!
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas