Comunicado de imprensa
En América Latina y el Caribe existe una dualidad estructural que refleja una creciente brecha entre un segmento moderno de la sociedad que imita patrones de comportamiento de los países desarrollados, y otro que ha quedado atrás y en el que predominan la informalidad laboral, las carencias materiales básicas y una creciente inseguridad ciudadana. Por ello se hace necesario un nuevo pacto social para lograr el crecimiento y mejorar la distribución de los ingresos, indica un estudio publicado en el más reciente número de Revista CEPAL, principal publicación académica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de las Naciones Unidas.
La edición N⁰ 140 de la revista (agosto de 2023) ya está disponible de manera online en el sitio web de la CEPAL con diferentes artículos de destacados profesores y especialistas internacionales, incluyendo también temas como los efectos de la pandemia de COVID-19 en el mercado laboral, y la relación de las evaluaciones de los alumnos con la productividad de la investigación universitaria, entre otros estudios.
En el artículo titulado “¿Quo vadis, América Latina? Las dos caras del nuevo capitalismo latinoamericano”, el Profesor Titular de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile Jorge Katz señala que en América Latina existen “islas de modernidad” asociadas a un nuevo paradigma biológico y digital en la explotación de recursos naturales, la producción de servicios y la industria manufacturera, que coexisten con vastos segmentos de la población sumidos en la precariedad, la pobreza, el estancamiento y la exclusión social.
Según Katz, la falta de una teoría del desarrollo adecuada, que examine la fragilidad institucional y regulatoria, la captura de los recursos del Estado por grandes grupos corporativos y la falta de políticas a largo plazo reflejan esta brecha interna y, a su vez, se profundiza la brecha externa con los países del sudeste asiático. “La brecha entre el segmento moderno de la sociedad y el segmento que ha quedado atrás ha crecido, el descontento social ha aumentado, la seguridad personal muestra un gran deterioro y han proliferado distintas formas de confrontación social”, indica el autor.
Concluye con una reflexión acerca del futuro. Hay tres grandes temas que hoy son prioritarios en los países en desarrollo. El primero se refiere a cómo enfrentar el estancamiento industrial y el incipiente proceso de desindustrialización que actualmente transitan muchos países de la periferia. El segundo tema tiene que ver con el avance hacia modelos 4.0 de organización de la producción, tanto en sectores que explotan recursos naturales, como la agricultura, la ganadería, la minería, las industrias forestales, la generación de energías no convencionales y otros, y también en una amplia gama de servicios, incluidos en el ámbito de la salud, los servicios financieros, el comercio electrónico, la electrificación de los sistemas de transporte, y muchos otros. Y el tercero es el impacto negativo de la crisis sanitaria ocasionada por la enfermedad por coronavirus (COVID-19), que sigue afectando el nivel de actividad, dificultando la creación de empleo y acentuando el proceso de exclusión social que ya venía dándose debido a la situación de estancamiento que sufren los países.
Para enfrentar estos y otros desafíos “será necesario encarar programas de más largo alcance destinados a reestructurar la estructura productiva, a fin de mejorar la competitividad y aumentar la productividad en toda la economía”, señala Katz.
Por su parte, en el artículo “Informalidad, protección social y bienestar en la crisis del COVID-19 en cuatro países latinoamericanos”, Santiago Poy, Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Pontificia Universidad Católica Argentina, y Ramiro Robles, Becario Doctoral financiado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, comparan los efectos de los choques en el mercado laboral y las respuestas de política social en el bienestar de las personas tras la irrupción de la pandemia de COVID-19 en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
En la investigación, los autores evalúan el papel de los ingresos laborales de los sectores formal e informal y de las transferencias sociales en el cambio observado en la distribución del ingreso y el bienestar. Indican que en los cuatro países la pérdida de ingresos laborales fue el principal mecanismo que explicó la pérdida de ingresos, y lo ocurrido en el sector informal fue determinante para explicar el incremento de la pobreza. Los ingresos por transferencias cumplieron un papel disímil sobre el bienestar según los países, tanto por la magnitud de su impacto como por su función en términos de equidad.
Al examinar las consecuencias económicas de la pandemia -que aún persisten- Poy y Robles mencionan tres hallazgos: el primero es que la crisis del COVID-19 implicó un proceso generalizado de empobrecimiento, observable a través de la caída del ingreso per cápita promedio. Un segundo hallazgo fue que se hizo manifiesta cierta independencia entre las variaciones del bienestar y de la desigualdad. La caída del ingreso per cápita promedio no necesariamente estuvo aparejada con una mayor desigualdad. Esto se debió, en general, al papel fundamental que habrían tenido las transferencias sociales, en especial en Argentina, Brasil y Chile. Y tercero, es que la política de protección social aplicada por los Gobiernos en el marco de la emergencia sanitaria -especialmente las transferencias de ingreso- desempeñó también un papel fundamental en la reducción de la pobreza.
En tanto, en el artículo “RateMyProfessors y Google Académico: evaluaciones de los alumnos, apariencia y la investigación”, Rómulo A. Chumacero, Profesor Asociado del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Ricardo D. Paredes, Profesor Titular de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Ministro del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) de Chile, y Tomás Reyes, Profesor Asociado del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, vincularon más de un millón de evaluaciones de casi 200.000 profesores hechas por alumnos en el sitio web RateMyProfessors con información sobre la productividad de la investigación de casi 3.000 profesores en Google Académico (Google Scholar) a fin de ofrecer una caracterización sistemática de la relación entre las evaluaciones de los alumnos y las características de las clases, las universidades y los profesores, para comprobar si las evaluaciones de los alumnos tienen una relación condicionada con la productividad de la investigación.
Descubrieron que los principales determinantes de la calidad percibida de un curso son lo “fácil” y lo “interesante” que es. La “facilidad” y lo “interesante” de un curso influyen positivamente en sus calificaciones de calidad a un ritmo decreciente y creciente, respectivamente. También encontraron una prima de “belleza” que no es sistemática con respecto a la raza, el color de la piel u otras características personales de los profesores. Por último, observaron que la productividad de la investigación es insignificante o perjudicial en las evaluaciones de la docencia.
Concluyen que la investigación parece competir con la calidad de la enseñanza. Si los profesores tienen incentivos principalmente para investigar, la calidad de la enseñanza puede resentirse. Además, dado que los alumnos valoran la “facilidad” en sus calificaciones, es posible que no estén recibiendo la calidad de educación necesaria para formar futuros profesionales competentes. “Explorar y comprender las razones detrás de estos resultados puede tener importantes implicaciones para las políticas y decisiones académicas”, advierten finalmente.
La última edición de Revista CEPAL incluye en total 10 artículos de reconocidos académicos y expertos internacionales. Además de los estudios ya mencionados, se publican también investigaciones sobre los avances desiguales en la construcción de las políticas públicas para la Economía Social y Solidaria en América Latina; la dolarización plena versus la Unión Monetaria en el caso ecuatoriano; las ayudas estatales y competencia en la ley dominicana de desarrollo fronterizo; y la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) en el sector salud de Brasil, entre otros temas.
Se recuerda a los lectores que las opiniones expresadas en los artículos publicados en la Revista son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la CEPAL.